Belén MARTÍNEZ
Analista social
AZKEN PUNTUA

La cercanía solar de Eva

Esto no quiere ser una elegía breve. Cuando comenzó la invasión de Irak, en 2003, se preguntaba Darwish si había un tiempo para la poesía en una época de salvajismo. La respuesta al dilema la encontré en la vida y obra de Eva Forest.

Aunque el nombre de Eva aparece unido al de Euskal Herria, es en Asturias donde nace mi interés por la intelectual solidaria con las mujeres rebeldes de las cuencas mineras. Pero Eva trascendía mi pequeño universo e hizo que me sintiera concernida por la revolución cubana, el sandinismo y la liberación del pueblo salvadoreño. Eva me ayudó a descifrar los signos, las secuelas y los mecanismos de la tortura, para poder denunciarla. Luego llegó la era post-truth (post-verdad), con la propagación de noticias falsas sobre Saddam Hussein y las armas de destrucción masiva que no albergaba Irak. Por aquí y allá andaba Eva, movilizándose contra la ocupación.

Además está su combate feminista, quizás menos conocido. Fouque narró su participación en los primeros Estados generales de las mujeres contra la misoginia, en 1981, en la Sorbona. Hay una fotografía de Eva con la abogada Gisèle Halimi, tras salir de la cárcel. Es mi favorita. Al mirarla, traspasando su sonrisa luminosa, se intuye la esperanza que alentaba en nosotras de un mundo más justo.