Joseba VIVANCO
Athletic

A ganas no le gana nadie

Kuko Ziganda confía en que «esta estación sea larga» y en mejorar el listón que ha dejado Valverde.

El relevo natural. Kuko Ziganda –«en mi correo electrónico lo tengo con ‘k’», aclaró la duda– no negó que haya tenido en estos años en Lezama ofertas de clubes, pero prefirió esperar a su oportunidad, la que tenía apalabrada y aguardaba desde que llegó hace seis años de la mano de Josu Urrutia, que no fue posible tras la marcha de Marcelo Bielsa y que lo ha sido ahora con la partida de Ernesto Valverde. Una transición dulce, tranquila, «consensuada» se encargó en enfatizar el presidente por aquello de que la dirección deportiva que encabeza José Mari Amorrortu barajaba otros nombres. El de Lekeitio, que saltándose su habitual modus operandi decidió ‘bajar al barrillo’ para embarullar aún más la solapación de anuncios entre la marcha de un técnico y la firma del otro en el mismo día, negó que haya habido más candidatos y negó que tuviera nada pactado con el navarro.

Un quítame allá esas pajas que no ensombrece lo que ya no invita a elucubraciones, como es el futuro del banquillo rojiblanco a partir de la próxima campaña y, firmado, también para la siguiente. El elegido, el esperado es un hombre de la casa profundamente agradecido, boyante, «en el mejor momento de mi vida personal y profesional», que parece asumir el cargo más como una bendición que como un reto. Un desafío para el que no duda en subrayar que no solo está preparado sino que es el hombre ideal. Un horizonte para que el que, a tenor de sus palabras ayer en el acto de su presentación, estaba predestinado. «Un club que conozco, que siento y venero», declaró su pasión por el Athletic y por Lezama, «a donde no hay ni un solo día que dé pereza venir».

Hechas las presentaciones de alguien que no necesita presentación para la familia rojiblanca, Ziganda se mostró confiado en que la de ayer sea el inicio de una aún más duradera amistad. «Esperemos que esta estación sea larga y que nos haga falices a todos», esperó, sabedor que de momento aterriza con el beneplácito de club, afición y prensa. A partir de ahí, mandarán los resultados, aunque el propio Kuko quiso matizar que «hay que pensar en el resultado, por supuesto, pero nos tenemos que centrar en cómo queremos ganar y representar a la gente que nos ha puesto aquí». Primera píldora de qué fútbol quiere para su Athletic. Segunda y más ampliada: «El equipo tiene que ser valiente e ir a por todo cuando ataca, pero sobre todo creo en equipos que intentan transmitir, que cuando la gente los vea diga ‘creo en ellos’, que les produzca cosas... Que cuando la gente lo vea sienta eso, un cosquilleo, que sienta que estos tíos van, se entregan, que me representan». Y tercer avance: «Hay que darle a la gente un equipo agresivo, que va, que no especula y cuando vienen mal dadas apretar los dientes y sacarlo con mucha solidaridad».

«Lo que no mejora, empeora»

En realidad, aunque tan solo sean unas pinceladas, nada nuevo que le vaya a distinguir del equipo de su antecesor. No parece que la propuesta futbolística de uno y otro vayan a diferenciarse mucho, un parecido razonable de juego el que se puede esperar y que el propio técnico navarro desequilibró con cierto arte culinario: «No hay dos gotas iguales. Podemos usar –por Valverde– los mismos ingredientes pero el bacalao o la tortilla no sale igual». Tiempo al tiempo.

Donde sí se adelantó el de Larraintzar a lo que quiere buscar en el equipo es su mejora sobre lo existente y no porque vayan a venir fichajes. «La presión todo el mundo la tiene en el día a día. Está claro que este puesto está más expuesto de cara al público, pero solo eso. Y el listón alto lo ha puesto el equipo. La idea ahora es mantenerlo y mejorarlo si cabe, porque todo lo que no mejora empeora, una frase que les digo mucho a mis jugadores, y esa tiene que ser la idea, mejorar invidual y colectivamente. Nadie se puede parar ni frenar y venimos aquí para mejorar, y mejorar sobre todo uno mismo porque así mejoraremos el grupo y si mejoramos el grupo disfrutaremos todos mucho». Esa es su hoja de ruta. Nada seguramente que no sepan quienes han estado bajo sus órdenes en estos seis años y que son unos cuantos de los componentes de la actual primera plantilla. Jugadores a los que conoce bien, algo que cree es una ventaja porque «ellos saben también lo que me gusta a mí», y a los que «a la mayoría les queda un mundo por mejorar». E insistió en esa idea que se antoja vertebradora, de que «son gente a la que le puedes sacar mucho partido».

Parece que ahí es donde Kuko quiere incidir, en la mejora de las prestaciones particulares de cada futbolista, la mayoría de los cuales esta última campaña ha venido dando bandazos, y de ahí potenciar el propio fútbol colectivo del grupo. Habrá que esperar para verlo, veremos si en esas previas europeas que Ziganda estaría «encantado» de disputar a partir del 27 de julio.

Loco por enchar a andar, según se dedujo de sus palabras, tiene mucho trabajo por delante, porque debe atar a su cuerpo técnico, cerrar las posibles llegadas al alcance del club y decidir sobre las salidas y los cedidos; incluso reconoció que tiene que hablar con los porteros –Kepa, Remiro y Herrerín– para ver cómo organizará la portería. Mucho papeleo sobre la mesa a expensas de lo que determine el resultado de la final copera, porque la planificación de la plantilla podría variar en función de que la temporada empiece antes o no. Sea de una manera u otra, lo que Ziganda trasladó es que tiene «ganas de empezar ya y juntarnos todos». Porque «ante todo soy entrenador». Y se muere por entrenar al Athletic.

La opinión de Amorrortu contará

José Ángel Ziganda «para la familia, aquí soy el entrenador del Athletic», quiso desmentir ayer discrepancias con la dirección depoertiva que encabeza José Mari Amorrortu, por las que fue preguntado en su presentación. «En Lezama aprendo todos los días de todos los profesionales, de todos. Con José Mari vinimos juntos y tiene una experiencia en el fútbol base y en el fútbol profesional muy dilatada y muy reconocida. Ha estado cerca de Marcelo (Bielsa) y de Ernesto y para mí va a ser una opinión muy a tener en cuenta», fue su contestación en presencia de un Amorrortu que escuchó esas palabras con la cabeza agachada. Conocidos fueron sus desencuentros cuando el filial jugó en Segunda A, Kuko quería reforzarlo con cedidos y el director deportivo se negó. Josu Urrutia también aclaró que no habrá «ningún cambio en la estructura de Lezama» más allá de decidir quién dirgirá al Bilbao Athletic.J.V.