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taormina

Rechazo al proteccionismo y fracaso medioambiental en el cierre del G7

Los líderes del G7 confirmaron su división en torno al cambio climático y el fracaso para hacer que EEUU asuma el Acuerdo de París, dándole más tiempo para que aclare su postura. Donald Trump anunció que la decidirá la semana que viene. A la vez, admitió que el documento final rechace el proteccionismo en las relaciones comerciales.

Los líderes del G7 reconocieron por primera vez, en la ciudad siciliana de Taormina, su división respecto a la cuestión del clima, después de que EEUU confirmara su negativa a comprometerse con el Acuerdo de París contra el calentamiento global.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció al término de la cumbre que decidirá la próxima semana si se retira o no del acuerdo firmado en 2015 con el fin de reducir las emisiones mundiales de carbono, un asunto que Trump calificó en campaña como «un invento de los chinos». Pese a las presiones de los europeos Canadá y Japón, Trump no cedió y su asesor económico, Gary Cohn, dejó claro que «tomará las decisiones en función de lo que cree que es mejor para los americanos».

La declaración final del G7 recalca que EEUU está revisando su política sobre cambio climático así como el Acuerdo de París y, por lo tanto, «no se llegó a un consenso sobre ese asunto».

La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que la discusión sobre el tema del clima fue muy «muy insatisfactoria. Tenemos una situación de seis contra uno, lo que significa que no hay todavía ninguna señal que indique si EEUU permanecerá o no en el Acuerdo de París».

Por otro lado, los líderes del G7 lograron que EEUU venciera, al menos sobre el papel, sus reticencias e incluir una mención contra el proteccionismo en el comercio internacional, y le compensaron introduciendo un rechazo a las «malas prácticas» comerciales que ha criticado Trump. «Reiteramos nuestro compromiso de mantener nuestros mercados abiertos y luchar contra el proteccionismo, mientras nos mantenemos firmes contra todas las prácticas comerciales injustas», dice el documento final, más breve que en ocasiones anteriores.

La incertidumbre sobre si Washington acabaría bloqueando el consenso sobre este punto, como ya hizo en el G20 de ministros de Finanzas de marzo, se mantuvo casi hasta el final de la cumbre. El anfitrión, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, admitió que el acuerdo no cierra la discusión «que proseguirá en los próximos meses». Trump se mostró satisfecho a su regreso a EEUU. «He tenido estupendas reuniones, especialmente sobre comercio», afirmó «Trabajaremos para eliminar todas las prácticas que distorsionan el comercio (...) para impulsar una auténtica igualdad de condiciones», añadió. Además, presumió de traer «de vuelta a EEUU desde Oriente Medio cientos de miles de millones de dólares ¡lo que significará empleos, empleos, empleos!».

Las sesiones habían comenzado con un encuentro con los dirigentes de cinco países africanos –Níger, Nigeria, Etiopía, Kenia y Túnez– . Pero África, a nos pocos kilómetros de la cumbre, quedó lejos de las preocupaciones de los líderes del G7.

Advertencia a Moscú con Trump bajo el foco de la «trama rusa»

Los siete países más ricos del planeta advirtieron a Rusia de que están dispuestos a aumentar las sanciones a causa de su anexión de Crimea. A la vez, la sombra de las relaciones con Moscú ha perseguido a Trump hasta el G7. Según “The Washington Post”, su yerno, Jared Kushner, quiso establecer un canal de comunicación secreto con el Kremlin para esquivar a la inteligencia de EEUU,. La Casa Blanca aseguro que la «trama rusa» no surgió en los diálogos de Trump con otros líderes en el G7. GARA