Tras el desarme de ETA el pasado 8 de abril, CCOO denunció la cobertura que Radio Televisión Española (RTVE) hizo de la jornada, criticando que el Gobierno español dio órdenes de ocultar imágenes del acto de Baiona, así como que no se informara de la reunión entre el lehendakari Iñigo Urkullu y el mediador Ram Manikkalingam, ni de la comparecencia del líder abertzale Arnaldo Otegi. Una actuación que el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, justificó en respuesta escrita al senador de EH Bildu Jon Inarritu, asegurando entre otras cosas que «en RTVE se trabaja con objetividad, imparcialidad y neutralidad y se respeta la independencia de los profesionales de la información».

Concretamente, Sánchez encuentra perfectamente justificable que la noticia del desarme de ETA se colocase en el Telediario por detrás de una detención en Suecia, una pieza sobre las relaciones entre EEUU y Rusia y otra sobre la situación en Venezuela.

Además, CCOO también denunció que RTVE envió periodistas afines expresamente desde Madrid, relegando a un segundo plano a los trabajadores de las redacciones vascas. Algo que Sánchez explica alegando que la periodista Usoa Zubiria, de RTVE San Sebastián, llamó el día anterior asegurando poder llegar a algunos de los zulos, tarea a la que dedicó, en vano, el día.