Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - PLAY OFFS DE LA ACB

La garra y la suerte se alían para huir del «Tabakazo»

Laprovittola, Voigtmann y Tillie brillaron, pero todo dependió del triple final a 4 segundos que erró Kuric.

SASKI BASKONIA 73

GRAN CANARIA 71


Cuando Bo McCalebb y, sobre todo, Kyle Kuric tuvieron sus triples ganadores en los segundos finales, el «Tabakazo» de 2013 estuvo muy cerca de repetirse. Pero no se repitió. Saski Baskonia aguantó en un partido durísimo que le abre las puertas de la semifinal con un tremebundo susto en el cuerpo. «¡Pa’ habernos matao!», sí, pero a semifinales, amigo.

No escatimaban recursos los dos equipos a la hora de sacar sus quintetos titulares, y quizá por ello Gran Canaria se aprovechó de ello: 0-6 en el primer minuto y medio, en una puesta en escena fría de los de Sito Alonso.

Beaubois, de tres, estrenó el marcador gasteiztarra, en una exhibición triplista del primer cuarto que sostuvoi a los gasteiztarras. Larkin sorprendía al tocar mucho menos balón de lo que es costumbre en él. Kim Tillie, como es costumbre en el galo, auguraba un buen partido por su parte clavando sus ¡cuatro! primeros triples, aunque Gran Canaria mantenía la cabeza. Quien esperase un partido cómodo, que se olvidara.

Saski Baskonia aguantaba a golpe de triple y Salin era el visitante encargado de responder desde fuera. La gente hallaba inquietud y diversión a partes iguales. A diferencia del dramatismo del partido entre Valencia Basket y Barcelona del sábado, el primer cuarto parecía casi fruto de un partido desenfadado, así que el 20-23 del final del primer asalto sonaba divertido.

No podía ser de otro modo, Laprovittola inauguró el cuarto empatando con un triple, respondido por Oliver en el acto. Voigtmann, que olvidaba su mal partido del Gran Canaria Arena, anotando desde lejos, desde la zona, defendiendo, y asistiendo para que Sedekerskis, con un «dos más uno» fruto de un matazo, adelantara al fin a los gasteiztarras: 30-28, que pasó a 32-28 por obra de Ricky Ledo.

Con Larkin en la banqueta, un robo de Larkin elevaba el parcial baskonista 9-0, aunque Rabaseda era capaz de responder con un «dos más uno». Para ser un partido lleno de presión, el espectáculo estaba siendo divertidísimo. Un alley oop convertido por Sedekerskis provocó que Luis Casimiro parara el partido, ya que los gasteiztarras estaban, asentando su juego al de los «pío pío», que empezaban a no tener tiros claros y perder balones no forzados.

Pero, insistimos, Gran Canaria no caía ni tenía intención de caer, así que empataba a 39 al descanso, de la mano de Báez y Pasecniks, mientras un Buesa Arena cada vez más bullente presionaba cada acción, porque su equipo lo necesitaba.

Con un parcial de 0-8, Herbalife Gran Canaria repitió la jugada al arranque del tercer cuarto, y ya no cabía diversión alguna. Por fortuna, Hanga y Larkin –el mismo– asomaron para sostener a los gasteiztarras, que empataban a 52 con una bandeja de Laprovittola.

De la diversión al drama

Quedaba mucho que remar, y más cuando la iniciativa era grancanaria: 56-57 al final del tercer cuarto. Voigtmann palmeaba cien rebotes antes de empatar a 59 con un triple y adelantar a los gasteiztarras debajo del aro: 61-59.

El Buesa Arena se ponía de pie. Larkin asomaba al partido, aunque Baskonia no podía parar a Báez. Un triple de Larkin elevaba el 69-64, pero McCalebb y Hendrix aponían el 69-67. Una canasta de Laprovittola provocó el tiempo muerto visitante.

Gran Canaria hizo una zona 3-2, pero el Baskonia la supo atacar; pero se dejaba mil faltas. Con 73-71, Kyle Kuric tuvo el triple ganador, pero se salió, y Larkin agarró el rebote. A semifinales... y gracias.

«Hemos sabido volver al partido»

«De cara a semifinales, aparte de recuperar a la gente físicamente, lo que tenemos que hacer es recuperar la sensación de libertad en el juego, menos agarrotamiento de jugadores que no tienen por qué tenerlo», resumía un Sito Alonso aliviado.

«Estamos supercontentos», exhalaba el técnico de Monzón una vez sentado ante los micrófonos. «A pesar de haber empezado mal el primer cuarto, y sobre todo el tercero, me alegro de la capacidad de volver al partido que ha tenido el equipo en una situación de presión tan grande, y en algún momento, con jugadores que no han jugado play offs casi en toda su vida», añadió.

Sobre la jugada final, lamentó el «no haber sido capaces ni de forzar los tiros libres», pero reconoció abiertamente que «hemos la fortuna, merecida, de que no haya entrado ese tiro».

Más que nunca, Luis Casimiro era la otra cara de la moneda. «Hemos logrado un tiro librado de nuestro mejor lanzador, una situación que hubiéramos firmado antes de empezar. Mi apoyo a Kyle –Kuric– porque lo ha ejecutado muy bien, pero ha fallado. Esa jugada y el rebote nos ha impedido ganar», señaló. A.G.