V.E.
HERMANOS DEL VIENTO

Unidos y separados por los vientos alpinos

La carrera del cordobés Gerardo Olivares nos habla de un cineasta que ha rodado en su país natal, en África, en Argentina, en Austria... narrando historias de tribus nómadas, orcas, lobos, águilas... La hoja de servicios delata a una auténtica ave migratoria, la cual anida en multitud de sitios, sin tiempo para plantar raíces en ninguno de ellos, porque no se sabe en qué dirección soplará el viento a la mañana siguiente.

Así, Olivares va acumulando lugares y temáticas. Puntos de referencia dispares que se juntan, eso sí, alrededor de un leitmotiv claro: la relación del ser humano con el entorno. Para su nueva película, este director junta fuerzas con el austríaco Otmar Penker y filma un cuento que bascula continuamente entre el cine de Jean-Jacques Annaud y el de Joaquín Gutiérrez Acha. La fascinación característica por la flora y fauna que nos rodean, se emplea aquí para unir a animales y a hombres bajo el mismo techo. Esto es, ese refugio tan amenazante al que llamamos familia. Los paisajes los ponen los imponentes Alpes; la magia va a cargo de lo que cabía esperar: esa manera inconfundible a la hora de acercarse y captar las fuerzas de la naturaleza.