Entre los numerosos datos contenidos en el último comunicado de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (EPPK), como el resultado desglosado de su votación interna, se incluía otro que resulta informativamente novedoso y políticamente esclarecedor: el número de años que los presos y presas participantes en el proceso llevan en la cárcel, dividido en tramos de cinco años.

Revela que de los 334 miembros que tenía EPPK en el momento en que se votó el documento de base 14 llevan más de 25 años en la cárcel, otros 24 superan las dos décadas, 104 más (el bloque más numeroso) se sitúa entre 10 y 15, otros 82 superan la decena, 81 han pasado presos entre 5 y 10 años, y apenas 29 no han llegado al lustro de encarcelamiento.

Trasladado a porcentajes, ello significa que el 67% de EPPK supera la década de encarcelamiento ininterrumpido y sin ningún tipo de salida al exterior, además de sometido a un alejamiento sistemático. En los estados español y francés resulta muy inhabitual superar ese periodo de prisión, incluso en casos de condenas por hechos muy graves. Lo muestra por ejemplo la noticia conocida la pasada semana sobre José Diego Yllanes, condenado por matar a la joven Nagore Laffage en Iruñea y que en los primeros momentos intentó ocultar el crimen. Cuando no han pasado siquiera nueve años (se cumplirán este viernes), Yllanes ya ha accedido al tercer grado y en lo sucesivo únicamente deberá entrar en prisión una noche por semana.

En declaraciones realizadas a la agencia Efe el domingo, el ministro de Interior español, Juan Ignacio Zoido, aseguraba después del resultado del debate de EPPK que «los presos de ETA no tendrán más favores ni menos que el resto». El problema es que Zoido sostiene como argumento que su tratamiento es ahora igual que el que reciben el resto de reclusos, lo que evidentemente es falso.

Siguiendo con los reveladores porcentajes, el grupo de quienes ya llevan presos más de 15 años supone un 42,5% del Colectivo. Y son minoría muy clara quienes no llegan a los 5 de reclusión; apenas suponen un 8,8% del total, dado que las detenciones lógicamente han mermado tras el fin de la acción armada de ETA.

Foro: «El clima está creado»

Tras la decisión de EPPK y el nuevo escenario que abre, la cuestión de las personas presas fue preponderante también en la reunión que mantuvo ayer el Foro Social Permanente con la presidenta del Parlamento navarro, Ainhoa Aznárez. Por un lado, se le entregaron las 80.229 firmas recogidas por Ireki en favor de la vuelta a casa de los presos, destacando que 19.532 corresponden a trabajadores y trabajadoras navarras, «algo que nos interpela a todos».

En el encuentro se incluyó una valoración de las conclusiones del debate de EPPK. El Foro Social toma el resultado como «una aportación cualitativa importante», destaca la transparencia del proceso y saluda la unanimidad aparecida esta vez entre las fuerzas políticas en torno a la importancia de la decisión y las expectativas que abre. Con todo ello, incide en la necesidad de una hoja de ruta consensuada: «El clima favorable ya está creado».