Situados en una plataforma circular construida sobre una duna real, los visitantes pueden observar 360º a su alrededor y descubrir el ‘‘Panorama Mesdag’’, la obra cilíndrica del Hendrik Willen Mesdag de más de 14 metros de alto y 120 metros de circunferencia. Y desde julio el trabajo de limpieza y restauración del gigantesco fresco de la ciudad de La Haya, el puerto y la playa de Scheveningen pintado en 1881 se realiza ante sus ojos. Conservada en su ubicación original, la pintura ha ido acumulando polvo y hollín a lo largo de los años. «Comenzamos en la parte superior, a 14 metros, ya que el lienzo se curva hacia dentro y la mayor parte del polvo está arriba», indica la restauradora Leonoor Speldekamp.

«No podemos permitirnos cerrar durante los tres meses de limpieza», explica Suzanne Veldink, integrante de la dirección del Museo Haguenais. Ser testigo directo de esos trabajos atrae a los visitantes por lo inusual que es. «Cuando estamos ausentes, algunos visitantes se sientes decepcionados», relata, antes de subrayar que se trata de «un verdadero valor añadido de la visita» a una obra que envuelve a quien la observa. La ilusión óptica funciona ante el ciclorama. «Realmente creemos estar en esta playa en 1880; es impresionante», subraya un visitante.