M.I.
LA HISTORIA DEL AMOR

El recuerdo de un romance de juventud

E l más cosmopolita de los cineastas rumanos es, sin duda, Radu Mihaileanu, que para rodar “La historia del amor” ha viajado desde la Polonia de los años 30 al Nueva York actual. Ha sido posible gracias a que se ha hecho con los derechos de la segunda novela de Nicole Krauss, que cuando se publicó hacia el año 2005 iba a ser adaptada en principio por Alfonso Cuarón. De nada sirve ya imaginar lo que el mexicano habría hecho con el texto, pero lo cierto es que la versión del rumano no ha gustado a los lectores y defensores del libro. Para conectar presente y pasado ha recurrido a una enmarañada estructura de flash-backs que resultan muy confusos para el espectador, que hasta los cien minutos de proyección no se empieza a aclarar sobre lo que ocurre con tanto personaje que sale y entra en escena, muchos de ellos sin aportar un contenido de peso a la trama principal. Solo al final se obra el milagro de la conexión entre el anciano de Central Park encarnado por Derek Jacobi y la adolescente enamoradiza a la que da vida Sophie Nélisse. Como hilo conductor reaparece un libro escrito tiempo atrás, y que narra el romance de juventud nunca olvidado dentro de un círculo de inmigrantes judíos.