Cuando Andoni Ortuzar pidió una ovación para el diputado del PDeCAT Jordi Xuclá, presente en la amplia tribuna de invitados, los aplausos fueron largos, pero el intento desde un extremo de que arrancaran los gritos de «i-inde-independencia» apenas cuajó. En Foronda había solidaridad con Catalunya, pero sin excesivo entusiasmo. De ahí que sorprendiera la camiseta que vestía el siempre comedido diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano: negra, con la imagen del mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, y su ya celebre frase «Bueno, pues molt bé, pues adiós».

El ambiente fue más calido en la tribuna de oradores. El presidente del EBB se solidarizó con quienes están siendo perseguidos y sostuvo que «votar nunca puede ser un problema, el problema es no dejar votar». Ortuzar destacó que «Catalunya, como Euskadi, es una nación que tiene derechos políticos. El pueblo catalán tiene que tener capacidad de decidir su futuro. Y las instituciones catalanas están legitimadas para llamar a su sociedad a las urnas. Vamos a defender esos principios en todos los foros e instituciones, aquí y sobre todo fuera de aquí».

Dirigiéndose al diputado del PDeCAT, Jordi Xuclá, presente en el acto, le pidió que trasmita al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que para el PNV «va a ser prioritario buscar una solución para Catalunya. Toda nuestra capacidad de acción política, toda nuestras posibilidades de influencia, de intermediación, las ponemos desde ya para lograr esa solución justa y democrática a Catalunya».

Aseguró Ortuzar que la respuesta que está dando el Estado es una «barbaridad democrática y torpeza política».

El lehendakari, Iñigo Urkullu, fue también muy crítico con la actuación del Gobierno español, y aseguró temer que no ha valorado «las consecuencias futuras de las decisiones judiciales, penales y policiales que está impulsando». Sostuvo que «el modelo de Estado ha fracasado y está roto», abogando por un «referéndum legal y pactado, como Quebec y como Escocia», para solucionar la situación en Catalunya y en Euskal Herria.

Como cada año, jóvenes de EGI reclamaron «Independentzia», esta vez con letras blancas de poliexpán.