Los impulsores de la Asamblea de Electos de Catalunya (AECAT) tienen claro cuál es su objetivo. Son una herramienta para responder a la represión española contra la proclamación de la República catalana y en concreto frente a la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.

En el caso de que el Gobierno español proceda a detener a los miembros del Govern o a los diputados del Parlament que proclamaron el viernes la República, no existirá un vacío de poder. Será la Asamblea de Electos quien les sustituirá y tomará en sus manos la responsabilidad de ejercer la representatividad institucional del pueblo catalán.

Está formada por concejales, alcaldes, diputados y eurodiputados, que se constituirán en asamblea próximamente. La fecha concreta aún se desconoce y dependerá de cómo se desarrollen los hechos en los próximos días o semanas. En el caso de que se precipite la detención de los miembros del Govern o del actual Parlament que pueden ser acusados de sedición o rebelión, la constitución de la Asamblea se acelerará.

La Asamblea se creó hace aproximadamente un año, cuando se empezó a plantear la posibilidad de que la aplicación del 155 se llevara a efecto. Pero ha sido en los últimos meses cuando la incorporación de cargos electos ha experimentado un acelerón importante, especialmente desde octubre.

En las últimas semanas, entre cincuenta y cien cargos electos se han apuntado diariamente a la Asamblea. De este modo, el número de representantes ciudadanos que forman parte actualmente de este organismo asciende a unos 4.000, aunque no se descarta que se registren nuevas incorporaciones en los próximos días.

«Existe un compromiso firme de todos los cargos electos, al menos de los soberanistas, con el Gobierno de la República. Se mostró ayer [el viernes] cuando centenares de alcaldes y alcaldesas estuvieron en el Parlament apoyando la proclamación de la República», explica a GARA Eudald Calvo, alcalde de la localidad de Argentona (CUP) y vicepresidente segundo de la Asamblea de Municipios por la Independencia (AMI). La presencia de los alcaldes, con sus varas de mando, fue una de las imágenes de la jornada en la que se proclamó la República catalana por parte del Parlament.

Junto a ello, Calvo destaca que «ante las intenciones del Gobierno de España de intentar detener a sus miembros, no tenemos la seguridad de que el Gobierno de la República pueda actuar con normalidad. Con el objetivo de intentar avanzar con normalidad, aunque el Gobierno de la República esté detenido, la idea es tener la Asamblea de Electos, que desde hace meses está ya preparada para responder a esa posible situación». Añade que «la idea de la Asamblea de Electos reside en que el mandato popular y democrático lo tienen el Gobierno de la Generalitat y el Parlament. Pero en el caso de que estos no pudieran ejercer con normalidad, tendríamos un depositario de la soberanía popular».

Papel del municipalismo

El alcalde de Argentona subraya el papel que juega el municipalismo en la constitución de la AECAT. «A lo largo de todo el proceso, es una constante la participación del municipalismo. Diría, incluso, que ha sido el motor del proceso. A nivel popular, en las calles, pero también cuando se iniciaron las consultas en los años 2009 y 2010, los municipios las apoyaron. La implicación de los municipios ha sido siempre muy importante. También en el referéndum del 1 de octubre, cuando se vio claramente que sin los municipios es imposible que este país tire hacia adelante», explica.

Junto a ello, Calvo destaca que el papel de los electos es importante también de cara a las elecciones anunciadas por Mariano Rajoy para diciembre. «Es verdad que tienen el control del territorio con la Policía y los militares, pero los ayuntamientos no los controlan. Esto es un punto a favor para la República y un punto que no va a tener nunca el Gobierno de España en su intención de entrometerse en la vida pública catalana»,

La AECAT se presenta como «una herramienta democrática para la defensa de las instituciones catalanas en caso de excepcionalidad política». Y, evidentemente, la aplicación del artículo 155 por parte de Madrid se considera un caso clara de excepcionalidad política que afecta al normal desarrollo de las instituciones catalanas.

En este sentido, Eudeld Calvo considera que sería absolutamente imposible gobernar Catalunya con unas elecciones en las que solamente se presentaran los españolistas, sin el apoyo popular y con el rechazo de los ayuntamientos. «Si existiera ese gobierno paralelo, no podría actuar con normalidad», vaticina.