Joseba VIVANCO
Athletic

El idilio de Messi

Los rojiblancos dan la cara ante un Barcelona al que superaron con garra y empuje en buenas fases del partido, pero sometidos de nuevo al astro argentino, que decidió cómo y cuándo dar la victoria a su equipo.

ATHLETIC 0

BARCELONA 2


El Athletic acumula ya 9 partidos de Liga consecutivos sin ganar al Barcelona y 5 sin marcarles un gol. El mejor resumen de la nueva derrota de anoche, de un equipo rojiblanco que solo se rindió a Leo Messi, el único que decide cuándo y cómo ganar, como ayer, como casi siempre. No le dio para mucho, también es verdad, ante un conjunto culé que parece más terrenal que nunca, pero que saca adelante sus partidos con solvencia. Le bastó un arreón de su ‘10’; al Athletic, le faltaron recursos arriba para poner en más aprietos a un Ter Stegen tan pletórico como el astro argentino. Con un comprensivo «Athletic beti zurekin» le despidió lo poco que quedaba ya de la grada, después de que Paulinho ajusticiara del todo en el descuento a un Athletic que lo había intentado todo sin resultado.

Recuerdo hace años, no tantos, los alevines de Lezama fueron invitados a una visita al museo del Athletic en la vieja Catedral. En un momento de las explicaciones, la persona que ya entonces hacía las veces de nexo entre club y familias, rodeado de esos chavales, trató de inocularles una lección: que al igual que uno puede pensar que Angelina Jolie es más atractiva que su novia, esta es la nuestra, y que de la misma manera que otros tienen a Messi y nosotros a Yeste, estos son los nuestros. Aquel intento de fidelización a unos colores y una filosofía me vino a la cabeza justo al ver el once inicial de Ziganda sobre el regado verde de San Mamés. Kepa, Núñez, Córdoba, tres chavales que apenas pintan melena en la máxima categoría, frente a un elenco de jugadores internacionales liderados por el mejor jugador del planeta por muchos ‘The Best’ que Cristiano Ronaldo se lleve a su mesilla de noche. El partido 222 en la historia que los dos equipos se ven las caras, cada uno con sus armas, las que iban a desplegar desde el mismo pitido inicial. Los anfitriones, el corazón, valentía, arrestos; los invitados, a ese futbolista de nombre Leo Messi para el que como diría el poeta francés Henry de Montherlant y Giraudoux hace casi un siglo, «la pelota no admite trucos, solo efectos estelares». Los de Leo.

San José e Iturraspe, elegidos por Kuko para taponar el carril central por el que el Barça lidera casi todos sus ataques, se abrazaban antes de que el balón echara a rodar, como dos viejos amigos que hacía mucho que no coincidían sobre el césped. Tarea titánica por delante la suya. En el lateral izquierdo, Lekue, le imaginábamos santiguándose en su subconsciente y pensando en lo bien que estaba él en el lateral diestro marcando a André Gomes en lugar de al ‘10’ azulgrana. Balón en juego y por delante diez minutos de tanteo, un tablero de ajedrez en el que ninguno de los dos arriesgaba y, sobre todo, evitaba cometer el más mínimo fallo que diera ventaja al rival. Fue una pared tirada con fortuna por Lekue y que malgastó el propio jugador el primer sobresalto de un choque con excesivo respeto, pero que a partir del cuarto hora se rompió con un centro templado de Williams que Aduriz cabeceó para que Ter Stegen detuviera en dos tiempos.

Fueron cinco minutos, hasta el veinte, en el que el Athletic se desató, primero con una falta diseñada que acabó con un peligroso centro de Williams y a renglón seguido con el pase que todo delantero quiere tener, ese que te deja solo ante el portero pero con tanto tiempo para pensar que al final, como Aduriz, no aciertas a marcar, sobre todo si delante tienes un portero de la categoría de Ter Stegen.

Golpe por golpe, pareció responder el Barça a la invitación rojiblanca de dejarse de miramientos, y Messi recogió el guante. Al minuto de ese mano a mano de Aduriz con el holandés, el argentino entró como Pedro por su casa por el portal del área, regateó a Kepa y su golpeo se estrelló en la madera. 10 palos lleva ya. Messi también es humano... O lo era. Porque tiene un idilio muy especial con San Mamés. Así como a Casillas siempre se le recordaba su debut en la Catedral, a Leo puede que, cuando se canse de ser el mejor, en su currículum se lea que el Athletic es el rival al que más goles oficiales ha anotado. Hasta ayer eran 22 en 31 partidos; desde ayer ya son 23 en 32.

Arquitecto, ingeniero, artesano, carpintero... como rezaba la canción, Messi inició y culminó la jugada del primer gol sobrepasada la media hora. Una pared lejana con Alba, marca del rosarino, que descolocó a la zaga bilbaina y al equipo al completo durante los siguientes minutos, al punto que Paulinho envió un balón a la madera. Por debajo en el marcador, sin nada ya que perder, el Athletic salió valiente y comprometido tras el descanso, fue mejor que el rival durante muchas fases, Raúl mandó un cabezazo al larguero y casi al final Aduriz hizo lo propio pero en esta ocasión para lucimiento de Ter Stegen.

Fue el Athletic el que más empujó, el que con más fe quiso ir a por lo que creía que podía merecerse. Fue ese Athletic al que estamos acostumbrados, al que conocemos, el más reconocible, el que lo da todo y se nota que lo hace. Mejoró Córdoba en sus internadas, corrió la banda más que en toda la temporada Lekue, era un titán Núñez, se crecía un Iturraspe que rayó a buen nivel, faltó esa pizca de fortuna para que arriba, Aduriz o el propio chaval Córdoba, hubieran cazado alguno de tantos balones que rondaron el coto privado del guardameta holandés. El postrero gol de Paulinho en una contra, sobrepasado el minuto noventa, fue anecdótico, con un Athletic volcado e impotente a pesar de echar el resto. Al menos eligió cómo perder. Es decir, solo cediendo al idilio de Messi con el Athletic y San Mamés.

«Ha sido el partido más completo, a ver si se repite»

«Para mí ha sido el partido más completo de este año. Ves a nuestros chavales cómo van, cómo apretaban... Han honrado al Athletic. A ver si lo repetimos más a menudo. Satisfecho no, porque no hemos ganado, pero sí que cuando vienes a San Mamés sueñas con estos partidos y ganar, y sí es verdad que nos puede mostrar el camino. Si nos podemos agarrar a eso, pues bueno. La gente ha disfrutado de cómo hemos peleado hasta el final», valoró Kuko Ziganda el encuentro a pesar de la derrota. A su juicio, «el primer tiempo hemos salido bien, con algunas ocasiones, hasta que Messi ha aparecido y ha sido determinante. Hemos salido bien, el Barça no estaba cómodo. Luego hemos estado más flojos. En el segundo tiempo hemos sido capaces de mantener el ritmo, han estado incómodos, pero la actitud, la idea siempre ha sido la misma», resumió el duelo. «Llevamos cuatro meses y estamos ya para anclar algo», confió. «Todo el mundo ha estado enchufado, hasta los chavales. Tenemos que ser capaces de soltar toda la energía que llevamos». Por su parte, Ernesto Valverde dijo que «el resultado es el que es, el Athletic ha hecho un partido fuerte, un buen partido. Nos ha costado entrar, luego hemos dominado, y en el segundo tiempo nos ha costado porque nos han apretado bien. Nos ha hecho daño, es verdad. Buen partido, no hemos dominado tanto pero ¿quién no sufre en San Mamés?».J.V.