Jon ORMAZABAL
Pelota

Jokin Altuna mantiene su línea

Al igual que en el campeonato, el amezketarra, claramente de menos a más, superó un 6-1 en contra para superar a Ezkurdia y repetir en semifinales.

EZKURDIA 13

ALTUNA 22


Con apenas 21 años y semejante bagaje a sus espaldas, cuesta descartar que la de Jokin Altuna haya sido una explosión meteórica, pero si algo tiene bueno la carrera del amezketarra en los poco más de tres años como profesional es que precisamente esta ha sido lineal, con los pasos bien medidos y estudiados y el guipuzcoano repetirá por segundo año en la semifinal del Cuatro y Medio –repitiendo rival, Aimar Olaizola, el sábado en el Labrit iruindarra–.

El talento es indiscutible, la evolución física asimismo está consolidándose y mentalmente también está dando muestras el guipuzcoano de estar adquiriendo el poso suficiente para voltear situaciones adversas, una cualidad de cuya falta adolece un Joseba Ezkurdia que vuelve a quedarse en las puertas tras otro arranque más que esperanzador.

Un resumen de la liguilla

Porque, con todos los matices que se quieran, el partido decisivo de ayer tuvo muchas similitudes a la trayectoria que ambos pelotaris han dibujado en esta liguilla de cuartos. Con el saque como principal arma –igual que ante Artola–, Joseba Ezkurdia arrancó como un tiro. El de Arbizu tuvo la fortuna de cara con la chapa del juez, sacó «como con cuchillo», según describió su rival, y se puso enseguida 6-1 por delante, pero no fue suficiente.

Mucho se habla en estos partidos de la importancia de empezar fuerte y Jokin Altuna difícilmente lo pudo hacer peor. Como ante Urrutikoetxea, arrancó muy presionado, como queriendo ganarle a Ezkurdia por fuerte y se llevó un buen calentón. Su zurda parecía sin chispa y sin esa magia, pareció un pelotari bastante vulgar.

Como tras aquella primera dolorosa derrota de Lekunberri, Altuna parecía malherido, pero supo reaccionar, y de qué manera. Conectó su gancho para sumar el 6-2 y un 12-0 de parcial le sirvió para revertir una situación que se le había puesto muy complicada.

El saque es una herramienta imprescindible hoy en día y, sin la violencia de Ezkurdia, le hizo mucho daño a su rival y luego supo gestionar sus rentas.