Ruben PASCUAL
PULSO ENTRE CATALUNYA Y ESPAñA

PARAR CARRETERAS Y TOMAR LAS CALLES PARA SEGUIR HACIENDO CAMINO

MILES DE CATALANES VOLVIERON A ECHARSE A LAS CALLES, LLENANDO LAS PLAZAS EN DEFENSA DE SUS INSTITUCIONES Y POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS, EN EL MARCO DE UNA JORNADA DE HUELGA Y MOVILIZACIÓN CARACTERIZADA TAMBIÉN POR LAS NUMEROSAS AFECCIONES AL TRÁFICO EN TODO SU TERRITORIO.

A falta de una, fueron dos las veces en las que, a convocatoria de las entidades soberanistas, con el apoyo de las numerosas organizaciones que aglutina Taula per la Democràcia, llenaron plazas en toda Catalunya para reivindicar la inmediata puesta en libertad de los consellers encarcelados y los Jordis.

Por la mañana, la cita principal fue en la plaza Sant Jaume de Barcelona –donde se encuentran las sedes de la Govern y del Ayuntamiento– y en diversas delegaciones territoriales de la Generalitat. Obviamente, la de la capital catalana fue la que reunió a más asistentes, que llegaron a abarrotar, además de la propia plaza, las calles adyacentes, y no dejaron ni un minuto de repetir lemas como «Libertad», «Puigdemont, nuestro presidente» o «Prensa española, manipuladora». Tampoco faltó el irónico recuerdo a Rajoy y su «Los catalanes hacen cosas».

Ya por la tarde, una multitud aún mayor se congregó en las inmediaciones de la Catedral, donde tuvo lugar el acto principal, con la lectura del manifiesto de la Taula per la Democràcia y los discursos. En el resto de Catalunya, las concentraciones vespertinas se desarrollaron frente a los ayuntamientos.

En Barcelona, donde la reivindicación no cesó pese a los tintes festivos, la escritora Bel Olid, que hizo de maestra de ceremonias, fue la encargada de dar lectura al manifiesto unitario, que critica con dureza las medidas impuestas por el Gobierno español en virtud de la aplicación del artículo del 155 –que calificó de «ataque directo a la democracia»– y manifiesta el «firme compromiso» con la instituciones catalanas. Subrayó que esa intervención del Estado no solo tiene consecuencias políticas, sino que «afecta gravemente» a las vidas del conjunto de la ciudadanía de Catalunya.

Se exigió asimismo la «inmediata» puesta en libertad de todos los encarcelados, cuyos nombres citaron uno por uno, levantando fuertes aplausos entre los asistentes.

El acto, que abrió y cerró el cantautor Cesk Freixas interpretando ‘‘Què volen aquesta gent?'’ de Maria del Mar Bonet y ‘‘L'Estaca’’ de Lluís Llach, siguió después con una breve ronda de parlamentos.

Agustí Alcoberro, vicepresidente de la Assembla Nacional Catalana, mostró su agradecimiento por la movilización ciudadana y subrayó que con la jornada de ayer se enviaba «un mensaje muy potente al Reino de España: este no es un pueblo sumiso, no es un pueblo que se doblegue ni es un pueblo que acepte humillaciones».

Aludió a la manifestación convocada para este sábado, pidiendo «llenar la ciudad de clamor por la libertad», y anunció que ya hay más de 500 autobuses organizados para ese día.

Marcel Mauri, de Òmnium Cultural, consideró que ayer Catalunya dijo con claridad «basta de vulnerar los derechos y las libertades, de menospreciar y ocupar instituciones y de encarcelar a la disidencia política».

También intervinieron representantes de Unió de Pagesos, del movimiento estudiantil o de los Comités de Defensa de la República (CDR). En nombre de la Intersindical-CSC, el sindicato minoritario convocante de la huelga general de ayer, Ester Rocabayera, se felicitó por el éxito de la jornada: «Somos un pueblo que planta cara a las injusticias de forma pacífica. Nosotros y solo nosotros conduciremos nuestro futuro».

Ramon Font, de Ustec, el sindicato mayoritario entre los docentes, cifró en 30.000 los docentes de la escuela pública y en 6.000 los de la concertada que se sumaron a la huelga: «Nos acusan de adoctrinamiento y nos lo dicen los herederos de la formación del espíritu nacional franquista», añadió.

La peor parte se la llevó Camil Ros, secretario general de UGT en Catalunya, que fue recibido con una sonora pitada que prácticamente impidió escuchar sus palabras. No fueron pocos los que le increparon por no haber apoyado la convocatoria de huelga general, recordándole que la consellera Dolors Bassa, exdirigente del sindicato, está en prisión. Respondió que estaba allí para dar la cara y abogó por mantener la unidad frente a quienes «nos quieren dividir».

Huelga

A pesar de no contar con el apoyo de las centrales mayoritarias, la convocatoria de huelga, que tuvo un efecto desigual en sectores como el comercio, sí que se dejó sentir notablemente en el tráfico ferroviario y por carretera, donde los cortes –promovidos principalmente por los respectivos CDR– se contaron por decenas, principalmente en la zona metropolitana de Barcelona y en las fronteras con otros territorios, generando muchas colas kilométricas a lo largo de toda la jornada.

En la propia ciudad, la jornada dejó imágenes tan poco habituales como la Gran Vía o la Diagonal, dos de las calles más importantes, vacías.

En estaciones de autobús como la de Barcelona Nord hubo momentos en los que los manifestantes bloquearon la salida de los autocares. Fueron retirados por los Mossos sin que se produjeran incidentes.

Cabe destacar que, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, el operativo policial dispuesto para la jornada estuvo formado por los Mossos d’Esquadra, pero también por la Guardia Civil y la Policía española.

Las estaciones de tren de Sants, en Barcelona, y de Girona, fueron el epicentro de las afecciones ferroviarias, ya que cientos de personas ocuparon de manera pacífica y durante horas las vías del AVE y también algunas de cercanías.

A última hora de la jornada, Renfe, que había decidido suspender todos los servicios en Sants, cifró en más de 150.000 los usuarios que resultaron afectados por esta protesta.

Los apuntes del día

«Encarcelamiento innecesario»

Ayer se conoció el voto particular del juez José Ricardo de Prada en contra de la confirmación de la juez Carmen Lamela como competente para juzgar a Sànchez y Cuixart. Consideró la cárcel incondicional «innecesaria, no idónea y desproporcionada».

Nuevo viaje a Madrid

Los cinco miembros de la Mesa del Parlament, con su presidenta, Carme Forcadell, al frente, declaran hoy ante el Tribunal Supremo, que tendrá que decidir sobre su futuro. Forcadell, además, recibió ayer otra denuncia por parte del Constitucional, que anuló la declaración de la República.