De regreso a Líbano, el primer ministro del país, Saad Hariri, suspendió ayer la dimisión que había anunciado desde Arabia Saudí a comienzos de mes. Hariri señaló que lo hacía a petición del presidente, Michel Aoun, quien consultará a los partidos sobre la crisis desatada.

Con una expresión seria, Hariri compareció en televisión tras su entrevista con el presidente Aoun, e hizo un llamamiento al diálogo entra las fuerzas políticas del país.

«Hablé de mi dimisión con el presidente de la República, que me pidió esperar antes de presentarla (...) para permitir más consultas (...) He aceptado esta petición», explicó Hariri.

La dimisión no es válida oficialmente, mientras el presidente no la acepte, según la Constitución libanesa.

La dimisión de Hariri, anunciada el 4 de noviembre desde Ryad en la cadena de televisión Al-Arabiya, provocó una ola de especulaciones todavía sin respuesta sobre su misteriosa estancia en ese país –donde algunos creen que fue forzado a ir y que Ryad intenta agudizar el enfrentamiento con Hizbulah y frenar la influencia de Irán en la región– si bien el primer ministro tiene también nacionalidad saudí.

«Líbano primero»

«Me quedaré con vosotros para que defendamos juntos Líbano, su estabilidad y su carácter árabe», dijo desde su residencia en Beirut, donde habló primero desde un balcón y después en la entrada de la misma.

Miles de sus seguidores se concentraron en el lugar para recibirlo tras su vuelta al país procedente de Egipto y Chipre, y del Estado francés –donde entrevistó con su presidente, Emmanuel Macron– en un periplo que comenzó el pasado viernes.

«Nunca olvidaré este momento, vuestra lealtad. Gracias a todos. Permaneceremos juntos para hacer frente a los retos en defensa de la nación», aseguró Hariri, quien prometió que visitará todas las regiones libanesas próximamente.

«Nuestro eslogan siempre será el mismo: Líbano primero», destacó al final de su alocución, tras lo cual sonó el himno nacional, que fue entonado por los presentes.

Antes, en su discurso televisado, pidió alejar a Líbano de los conflictos de Oriente Medio respetando «la política de distanciamiento».

«Hoy aspiro a una auténtica colaboración con todas las fuerzas políticas para poner los intereses de Líbano por encima de todos los demás», indicó el primer ministro.

El lunes, el líder de Hizbulah, Hassan Nasrallah, adoptó un tono conciliador y dijo estar «abierto a cualquier tipo de diálogo».

Hariri, protegido Ryad, había justificado su dimisión denunciando el «control» de Irán y de Hizbulah sobre los asuntos del país así como su injerencia en los conflictos de la región. También dijo temer por su vida.

El primer ministro hizo coincidir su regreso con la Fiesta de la Independencia de Líbano, y apareció en Beirut junto al presidente del país y al jefe del parlamento, Nabih Berri, para presenciar un desfile militar de la Fiesta de la Independencia.

 

Sorpresa en Ryad y regreso por París, El Cairo y Nicosia

• 4 noviembre. Saad Hariri, en Arabia Saudí, anuncia su dimisión. Acusa a Hizbulah y a Irán de injerencia en Líbano y dice temer por su vida.

• 5 noviembre. El líder de Hizbulah, Hassan Nasrallah, acusa a Arabia Saudí de forzar a Hariri a dimitir.

• 12 noviembre. Hariri dice que está libre en Ryad, que su dimisión es voluntaria y que regresará «pronto».

• 14 noviembre. Visita histórica del patriarca maronita a Ryad, donde se reúne con el rey Salman y con Hariri.

• 15 noviembre. Michel Aoun acusa a Ryad de secuestrar a Hariri, que insiste en que está bien.

• 16 noviembre. El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, se reúne con Hariri en Ryad y asegura que es libre de dejar el país cuando quiera.

• 18 noviembre. Hariri llega a París y se entrevista con Emmanuel Macron.

• 21 noviembre. Sale de París hacia El Cairo, donde se entrevista con el presidente Abdel Fatah al-Sissi, y, tras una escala en Chipre, llega a Beirut.GARA