El Ibex se estiró un poco más para afianzarse ayer en los 10.000 puntos. No obstante, no tuvo oportunidad de acercarse a los 10.100, siguiente peldaño a superar para abandonar, de forma solvente, el peligro que le acecha en estos niveles. Por lo demás, los inversores no pudieron contar con las referencias de Nueva York y Tokio al celebrarse días festivos en ambos mercados. Esta circunstancia quedó reflejada en el volumen de negocio, que no llegó a los 1.500 millones de euros, por debajo de las media del mes de noviembre.

El único apoyo relevante fueron los datos macroeconómicos de la eurozona. La actividad manufacturera y de servicios mejoran notablemente este mes respecto a octubre, de acuerdo a los índices elaborados por PMI. El dato de Alemania es significativo de la evolución positiva de su industria en este ejercicio. El mes pasado alcanzó los 60,6 puntos, frente a los 62,6 puntos de noviembre.

Por otro lado, tanto la Fed como el BCE dejaron en las actas de las últimas reuniones indicios de sus intenciones. De una parte, se espera un movimiento cercano al alza de los tipos de interés en Estados Unidos pese a la baja inflación; y de otra, el programa de compra de deuda en la Unión Europea se modificará a voluntad sin necesidad de anunciar plazos.

El Ibex terminó con una subida del 0,19%, hasta los 10.032,80 puntos. En Europa, solo París (+0,50%) se anotó ganancias, mientras que Fráncfort y Londres sufrían recortes testimoniales. Bankia (+1,63%), Mediaset (+1,35%) y Cellnex (+1,21%) ocuparon el podio de los ganadores. Las pérdidas mayores correspondieron a Siemens Gamesa (-2,73%) y Viscofan (-1,12%).

En París, Saint Gobain (+1,53%) y Valeo (-0,76%) ocuparon los extremos de la lista.