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BUENOS AIRES

EEUU dinamita casi todos los puentes en la Conferencia de la OMC

Susana Malcorra, la presidenta de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio, no descartaba lograr un declaración final en base a unos mínimos muy mínimos. No obstante, asumía que había muchas posibilidades de que el papel quede en blanco si Estados Unidos no cambia de actitud.

En la segunda jornada del encuentro que está teniendo lugar en la capital argentina desde el domingo, Susana Malcorra comentó que «no ve el vaso medio vacío, sino que está casi vacío», debido a la dificultad para alcanzar consensos entre los países miembros de la institución. En una rueda de prensa posterior, el portavoz de la OMC, Keith Rockwell, explicó la postura de Malcorra añadiendo que esta había apelado a los representantes de los 164 estados señalando que, «si nadie se suma a ella, de ningún modo se puede avanzar», tal como recogió Efe.

A la vista de la cantidad de obstáculos surgidos, Rockwell declaró que buena parte de los esfuerzos de la presidenta de la Conferencia se centraban en acordar una declaración entre todas las delegaciones, para lo que trataba de encontrar un «denominador común».

Después de que el representante estadounidense, Robert Lighthizer, aseverase en el plenario que las reglas de la OMC «se aplican solo a unos pocos y se les da vía libre a los demás miembros por el estatus autoproclamado de ‘en desarrollo’», Rockwell admitió que esa cuestión es uno de los principales escollos en cualquier diálogo.

«Hay una diferencia muy clara entre países desarrollados y países en vías de desarrollo», resumió Rockwell, que opinó que «no es precisamente probable» que en los dos días que restaban para la conclusión se logren reconciliar las diferentes posturas, cuyos máximos, y antagónicos, exponentes son EEUU y China. «Se está tratando de encontrar puentes entre dos posiciones que parecen completamente opuestas», concluyó la cara visible de la OMC para los medios.

El discurso de Lighthizer no defraudó las expectativas creadas. «Estamos preocupados porque la OMC está perdiendo su objetivo esencial y se está convirtiendo en una organización centrada en los litigios», señaló.

Según indicó AFP, al bloquear el proceso de designación de sus integrantes, Washington complica el funcionamiento del organismo encargado de solucionar los conflictos (el Consejo General), que arbitra las numerosas disputas entre países, incluidas las relacionadas con los subsidios o los aranceles sobre los productos importados.

«No podemos sostener una situación en la que las nuevas reglas se aplican solo a unos, mientras otros obtienen carta blanca porque son países en desarrollo», denunció aludiendo a países como China e India.

 

De la tribuna de oradores a las citas bilaterales

Desde el lunes, los representantes de los 164 países miembros de la OMC se suceden en la tribuna para expresar su deseo de que se alcance un acuerdo en el campo de la pesca y la agricultura, como resaltó la agencia France-Presse.

Así, el representante de Mali intenta asegurar los mercados para su producción de algodón, mientras que para Lesotho la prioridad es obtener financiación para desarrollar infraestructuras con el objetivo de facilitar sus exportaciones de productos textiles hacia Estados Unidos y de truchas hacia Japón.

Al mismo tiempo, los países menos desarrollados, especialmente de África, esperan aprovechar los nuevos horizontes que se les abren con el comercio electrónico, pero el retraso tecnológico en el acceso a Internet es todavía un obstáculo a superar.

En paralelo y tras 18 años de negociaciones, las delegaciones de la UE y de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) intentan cerrar un tratado bilateral de libre comercio.

Argentina, como país anfitrión, está presionando para poder blandir este acuerdo, al menos político, como un éxito negociador antes de la clausura de la cumbre de la OMC, prevista para hoy. Pero la UE no tiene tanta prisa y debe satisfacer las demandas de su sector agrícola, que reclama cuotas a las importaciones americanas. GARA