Los movimientos diplomáticos siguen dando alas a la ofensiva israelí, que ya ha provocado más de 600 muertos en Gaza. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, desde Tel Aviv y al lado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu exhibió claramente la diferencia de sus exigencias.

«Paren los combates, comiencen a hablar», demandó a ambos bandos. Pero a la vez que pidió a Israel que muestre «contención» en sus ataques en la Franja y que tenga más en cuenta a la población civil, fue claro en su condena de los cohetes lanzados desde Gaza contra territorio israelí.

«Reconozco la legitimidad que tienen ustedes a la hora de defenderse, pero les pido contención en su respuesta», dijo Ban Ki Moon en una sala que el Gobierno israelí preparó llenándola de restos de cohetes y planos de túneles de Hamas.

Se abstuvo de condenar la ofensiva militar israelí en Gaza, pero sí lo hizo con los lanzamientos de cohetes palestinos. «Mientras hablamos aquí, los cohetes que disparan Hamas y la Yihad Islámica siguen cayendo en Israel. Lo he visto con mis propios ojos. Condenamos totalmente el ataque con estos cohetes y el uso de lugares civiles con fines militares», dijo al dar su pésame a las familias de las víctimas israelíes.

Por su parte, de visita en El Cairo, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, apoyó la propuesta de cese el fuego del Gobierno golpista egipcio, hostil a Hamas, negociada entre Egipto, Estados Unidos e Israel, pero sin contar con la parte palestina.

Aunque fue rechazada por Hamas, Kerry, insistió en presentar la iniciativa egipcia como el único marco para frenar la violencia, frente a los rumores sobre la mediación de Turquía y Qatar por su cercanía al movimiento islamista palestino. Junto a su homólogo egipcio, Sameh Shukri, Kerry emplazó a Hamas y a Israel a aceptar «necesariamente» el alto el fuego propuesto.

Sin embargo, Hamas exige un acuerdo que incluya el fin del bloqueo de la Franja, abriendo todas los accesos, incluido el de Rafah desde Egipto; establecer un corredor marítimo; permitir a los gazatíes trasladarse a Jerusalén y liberar los prisioneros arrestados.

Israel, satisfecho con la UE

Israel ni siquiera aceptó ayer una tregua humanitaria de cinco horas propuesta por la ONU para asistir a las víctimas alegando «razones de seguridad».

También la Unión Europea (UE) se mostró muy comprensiva con la agresión israelí, una actitud que Tel Aviv agradeció. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas, subrayaron que «estamos muy preocupados por la continua escalada de la violencia en Gaza y condenamos la pérdida de vidas humanas», según la representante de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton.

En sus conclusiones, los Veintiocho condenaron «el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra Israel por Hamas y los grupos militantes en la Franja de Gaza que ponen en juego la vida de civiles», lo que calificaron de «actos criminales e injustificables».

Respecto a la operación militar israelí, subrayaron que debe ser «proporcional y conforme el derecho humanitario internacional». Insistiendo en «el pleno derecho de las necesidades de seguridad de Israel», también pidió al Estado sionista que atienda «la situación humanitaria y socio-económica de Gaza».

No es de extrañar que Israel se felicitará rápidamente. El Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, expresó su satisfacción sobre unas conclusiones con las que la UE «refuerza su postura hacia Hamas como organización terrorista».

Palestina mostró su decepción con estas actitudes en la ONU, donde su representante, Ryad Mansur, criticó que «la comunidad internacional ha fallado en su obligación de proteger a los civiles en tiempos de guerra». En un discurso lleno de emoción ante el Consejo de Seguridad, Mansur mostró las fotos de los palestinos muertos en Gaza y fue leyendo los nombres de cincuenta niños palestinos víctimas de los bombardeos israelíes.

«Estos son los rostros de nuestras víctimas, en su mayoría niños. No somos estadísticas, somos seres humanos», clamó el borde de las lágrimas. El representante palestino volvió a pedir al Consejo que adopte una resolución «para detener esta agresión, levantar el bloqueo y proporcionar al pueblo palestino la protección internacional».

Bombas sobre Al Jazeera

Mientras, en Gaza, además de las viviendas, los orfanatos, los hospitales y las ambulancias atacadas en los días precedentes, ayer fueron las mezquitas, los medios de comunicación y las escuelas de la ONU los objetivos de las bombas israelíes.

De madrugada, la Aviación ya había reducido a cascotes la mezquita de los Mártires de Al Aqsa, escasas horas antes de que los fieles se reunieran para la oración del alba.

Poco más tarde una de las escuelas de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) sufrió el impacto directo de proyectiles disparados por el Ejército de Israel. El centro atacado se encuentra en el centro de la Franja, en el campamento de Maghazi, y acoge a unos 300 desplazados. El ataque ha provocado «más desplazamiento y destrucción», lamentó la UNRWA.

También en el centro de Gaza, un edificio civil de varias plantas fue objetivo de la aviación israelí. Allí se encontraba la sede de la televisión catarí Al Jazeera y las oficinas de la agencia de noticias estadounidense AP. «Nos han dicho que fue un error, pero que en cualquier caso era mejor que no nos volviéramos a acercar», explicó a Efe uno de los informadores.

El ataque coincidió con el anuncio del ministro de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, de que Israel está estudiando la prohibición de las emisiones de Al Jazeera. a la que acusó de «incitación antisemita, mentiras, provocaciones e incitación a los terroristas»,poco antes de que las bombas cayeran sobre su sede.

Al menos 620 muertos

En el decimoquinto día de la ofensiva, los muertos ya eran más 620 -casi todos civiles-, con los 47 caídos ayer, aunque la cifra es seguramente mayor, dada la dificultad de recuperar los cadáveres entre los escombros. Además, se calcula en unos 3.700 el número de heridos.

Entre las víctimas de ayer se encontraban nueve mujeres, una de ellas embarazada y una niña de cuatro años.

Entre los palestinos fallecidos figuran al menos 120 menores. y más de 700 han resultado heridos desde el inicio de la ofensiva israelí.

Barrios enteros de Gaza están destruidos, sobre todo el de Shajaya, donde los bombardeos mataron a 70 personas el domingo.

La Oficina Para la Coordinación de Asuntos Humanitarios denunció que «no hay ningún lugar seguro para los civiles» en la Franja, territorio de extensión similar a Rioja Alavesa, donde viven 1,8 millones de personas, con unas 4.500 personas por kilómetro cuadrado. La UNRWA calcula que casi 500 viviendas han sido destruidas y unas 120.000 personas han buscado refugio en sus instalaciones, donde necesitan agua y alimentos.