GARA GINEBRA
Ataque israelí contra Gaza

La ONU aprueba investigar «posibles crímenes de guerra» de Israel

Cuando el ataque de Israel contra Gaza cumplió su decimosexto día de bombardeos continuos y las víctimas mortales son casi 700, la comunidad internacional comenzó a ejercer una ligera presión sobre el Estado israelí. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció que investigará «posibles crímenes de guerra» cometidos por Israel, que consideró la medida «una farsa». Hamas insistió en que un cese el fuego debe pasar por el fin del bloqueo a la Franja.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU acordó ayer el inicio de una investigación internacional para esclarecer los «posibles» crímenes que estaría cometiendo Israel en la Franja de Gaza en la operación iniciada el 8 de julio.

La resolución, presentada por Palestina, salió adelante con el voto a favor de 29 países, la oposición de Estados Unidos y la abstención de otros 17, entre ellos los europeos, al término de un foro convocado de urgencia por la situación en Gaza.

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, había advertido durante el debate de que Israel podría haber incurrido en crímenes de guerra, aunque después de casi 700 muertos, la mayoría civiles, no llegó a afirmarlo con contundencia.

Tras mencionar varios ataques aéreos y bombardeos que han afectado a viviendas y hospitales en el territorio costero palestino, Pillay aseguró que estos casos son «unos pocos ejemplos» por los que parece haber «una gran posibilidad de que el derecho internacional humanitario haya sido violado, de un modo que podría equivaler a crímenes de guerra». «Cada uno de estos incidentes debe ser investigado apropiada e independientemente», afirmó Pillay, en una de sus declaraciones más rotundas sobre el conflicto en Gaza.

Pillay también condenó el lanzamiento de cohetes por parte de milicianos desde Gaza contra el territorio israelí.

Israel: «Es una farsa»

Israel, que ha boicoteado este foro de Ginebra durante 20 meses y decidió reincorporarse en octubre, defendió su agresión. «La decisión del Consejo es una farsa que debe ser rechazada por toda la gente decente», respondió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que insistió en culpar a Hamas de la muerte de civiles bajo las bombas israelíes a viviendas y hospitales, asegurando que los utiliza como «escudos humanos».

«Lo que ocurre en Gaza es una catástrofe humanitaria. ¿Cuál es el número de muertos que tiene que haber para que Israel pare? ¿Cuál es el número de hogares destruidos para que Israel pare?. Hago desde aquí un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe y obligue a Israel a cesar la agresión», reclamó el ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina, Riad al Maliki, que pidió que Israel rinda cuentas por sus crímenes

Hamas exige el fin del bloqueo

Por su parte, el líder de Hamas, Khaled Meshal, señaló que un alto el fuego debe conllevar el fin del bloqueo impuesto desde 2007 a la Franja por parte de Israel, así como la apertura del paso fronterizo con Egipto y la liberación de prisioneros palestinos.

Meshal subrayó que Hamas no pone objeciones a las negociaciones en curso, incluida la de Egipto, pero a condición de que contemplen «el fin de la agresión y el levantamiento del bloqueo». «El bloqueo ha matado a más personas de nuestro pueblo que lo que mató la guerra», añadió.

También propuso una tregua humanitaria que no suponga un medio de sortear las demandas palestinas.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, hizo suyas las demandas de Hamas, en un gesto de compromiso con su socio en el gobierno palestino. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) emitió un comunicado en el que fijó claramente este apoyo a Hamas. «Sus demandas para poner fin a la agresión y de que se levante el bloqueo en todas sus formas son las demandas de todo el pueblo palestino», resaltó Yasser Abed Rabbo, miembro de su comité ejecutivo.

Durante la jornada de ayer las bombas israelíes siguieron cayendo sobre Gaza y mataron a medio centenar de personas, en un balance que no para de aumentar. Ya eran 693 el total de víctimas mortales, la mayoría civiles y una cuarta parte niños, además de más de 4.500 heridos. La aviación israelí bombardeó también ayer el hospital de Al Wafa, situado en el este de ciudad de Gaza y la ayuda médica de emergencia se vio amenazada porque la única planta que genera electricidad para parte de los gazatíes detuvo su actividad tras ser atacada por blindados israelíes. En el bando israelí, tres soldados israelíes murieron en combates con milicianos palestinos, con lo que ya son 32 los soldados muertos, además de tres civiles. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó que «hemos hecho progresos en estas últimas 24 horas» para negociar un alto el fuego, tras encontrarse sucesivamente con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, en Jerusale´n, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en Ramala, y el primer ministro isaelí, Benjamin Netanyahu, en Tel-Aviv, de donde volvió a El Cairo. Netanyahu, por su parte, reunió por la noche a su gabinete de seguridad.

Hamas considera una gran victoria la supensión de vuelos

Hamas calificó como «una gran victoria» la suspension de vuelos internacionales desde y hacia Israel de la mayoría de compañías. «El cierre del espacio aéreo israelí es una gran victoria para la resistencia y la culminación del fracaso de Israel», declaró el portavoz de Hamas, Sami Abou Zouhri. Después de que un cohete cayera cerca del aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv el martes, las principales compañías estadounidenses -aconsejadas por el propio Gobierno- y europeas suspendieron sus vuelos. Ayer se mantenía la suspensión y varias compañías más se sumaron a ella. La medida ha supuesto para Israel más presión que la actitud complaciente mostrada hasta ahora por los países occidentales al dejar a decenas de miles de israelíes en el extranjero sin poder regresar y a otros tantos sin poder salir del país, además de la caída en el importante negocio turístico.

El ministro israelí de Transporte, Israel Katz, insistía en que ningún cohete puede caer en el aeropuerto Ben Gurion, al intentar convencer a las aerolíneas occidentales que restauren el tráfico. Pero la Administración de EEUU opinó lo contrario. El propio primer ministro, Benjamin Netanyahu, demandó al secretario de Estado, John Kerry, que levantara la medida. La administración de Aviación Civil de Israel consideró que la suspensión de vuelos a es un «premio al terrorismo». El director de la Asociación de turoperadores israelíes, Ami Etgar, estimó entre un 30% y un 40% la caída de ingresos de la campaña de verano por el ataque a Gaza. GARA