DEUDA ARGENTINA

El Gobierno argentino niega la suspensión de pagos

El Gobierno argentino defendió la solvencia del país y negó que se encuentre en suspensión de pagos, ya que ya entregó el pago de la deuda. Subraya que se trata de una cuestión de soberanía, frente a las exigencias de los fondos especulativos y los tribunales de EEUU que los avalan.

El Gobierno argentino negó ayer que el país se encuentre en una situación de suspensión de pagos y aseguró que se trata todo de una «patraña absurda», ya que Argentina es solvente y ya entregó a finales de junio el dinero que ahora deberían reclamar los tenedores de deuda.

Tras una batalla judicial en Estados Unidos con los «fondos buitre« que se negaron a participar en los últimos canjes de deuda, a los que sí se adhirieron el 92,4 %de los acreedores, el país sudamericano finalmente no logró un acuerdo antes de que venciera, a medianoche, el plazo para cancelar intereses de sus bonos Discount. Buenos Aires depositó 539 millones de dólares a finales de junio en el Bank of New York Mellon para cumplir con estos intereses, pero el proceso no llegó a completarse por decisión de un tribunal estadounidense, que ordenó paralizarlo y pagar primero a los fondos especulativos sin quita alguna.

Tanto los «fondos buitre» --que reclaman unos 1.500 millones de dólares- como el juez Thomas Griesa encargado del caso, como el mediador que este nombró, Daniel Pollack, subrayan que Argentina debe respetar las leyes estadounidenses.

«Argentina pagó, y por lo tanto los tenedores tienen que exigir su pago, deben exigir al juez los fondos depositados por Argentina», subrayó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que volvió a solicitar una medida cautelar para liberar esos fondos. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ya rebajó el martes la deuda argentina a la categoría «default selectivo». Ayer lo hizo la agencia Fitch.

Si Argentina aceptar pagar los 1.300 millones que reclaman los fondos especulativos tendría que pagar también los tenedores de deuda que aceptaron el canje sin la rebaja negociada.

Capitanich lamentó la campaña mediática que pretende endilgar la responsabilidad al Gobierno argentino», e insistió en que la postura del Ejecutivo fue coherente a lo largo de todo el proceso. En cambio, denunció la parcialidad del juez Griesa y la «marcada incompetencia» de su mediador, Daniel Pollack.

«Si el juez es un agente de los fondos especulativos, si el mediador es su agente, ¿de qué justicia estamos hablando? En este caso hay una responsabilidad de Estado, de Estados Unidos, que debe garantizar el respeto sin restricciones a la soberanía de los países», declaró Capitanich.

El jefe de Gabinete abrió la puerta a recurrir a organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia o Naciones Unidas, toda vez que considera que «la comunidad internacional no puede avalar la acción de grupos minúsculos», en alusión a los denominados «fondos buitre», que han obstaculizado el pago de la deuda negociada.

«Defender la posición argentina es defender la soberanía», añadió Capitanich.

También el ministro de Economía, Alex Kicillof, defendió la solvencia de Argentina. «El dinero está ahí, evidentemente. Si fuera un `default' no estaría allí», insistió, al recordar el giro de 1.031 millones de dólares efectuado el 26 de junio, a tiempo para no caer en el impago.

Mostró su voluntad de seguir negociando, aunque respetando siempre los intereses y la ley Argentina y los argentinos, así como las condiciones de los canjes de 2005 y 2010.

Además, cuestionó el papel de las agencias de calificación. «¿Quién cree en las agencias calificadoras a estas alturas? ¿Quién piensa que son imparciales del sistema financiero?» y recordó que ellas mismas fueron incapaces de predecir el «default» de hace trece años.

Kicillof consideró que existe una «campaña encaminada a sembrar incertidumbre, pánico y terror vinculada con la palabra default». En cambio, el mediador judicial nombrado por el juez Griesa, Daniel Pollack, le dio más importancia. «Un cese de pagos no es una simple cuestión técnica, sino un hecho real y doloroso que causará daño a gente de carne y hueso: a los argentinos de a pié, a los bonistas que aceptaron el canje y a los holdouts (fondos especulativos)», indicó Pollack.

Compra por parte de los bancos

Por otro lado, el ministro no descartó la compra total de la deuda por parte de la Asociación de Bancos de Argentina . «Puede haber una solución entre privados. Pueden aparecer soluciones de ese tipo», señaló Kicillof. Los bancos evitarían así que la deuda en su poder, y que aceptaron canjear, sufriera una gran pérdida de valor.

Varios bancos, entre ellos el estadounidense JPMorgan, negocian ya con los fondos buitre, según fuentes próximas al caso. El fondo especulativo Aurelius Capital, uno de los que llevan la demanda contra Argentina en los tribunales estadounidenses, reconoció que ha recibido ofertas de partes privadas pero ninguna de ellas «merecedora de consideración seria».