Txisko FERNÁNDEZ DONOSTIA
La Unión Europea sigue anclada en la crisis

Los datos frenan en seco la euforia de los discursos sobre el crecimiento

Una de cada diez personas en edad laboral no encuentra empleo en la UE. Mientras, se destinan fondos públicos a «rescatar» entidades financieras que invierten en préstamos a los estados, que presentan su elevado endeudamiento como un factor del crecimiento... y el círculo vicioso se rompe cuando los datos destrozan los mensajes optimistas.

Que la evolución económica no se percibe entre la gente de la calle igual que entre los expertos y los responsables institucionales es un hecho constatado, más si cabe desde que la crisis global estallara hace ya seis años. Desde entonces, los estados occidentales han ido ensayando una serie de recetas basadas, fundamentalmente, en un sencillo esquema: recorte de gasto público -con la consiguiente jibarización del estado del bienestar-, inyección de dinero público a entidades financieras privadas -sin que ese esfuerzo inversor tenga como contrapartida un mayor flujo de préstamos a las pequeñas y medianas empresas- y reducción del poder adquisitivo de las personas asalariadas y de gran parte de las clases medias.

En la mayoría de los países europeos, esas medidas se han adoptado sin contar con un claro mandato democrático, ya que no se han justificado en base a los programas electorales -ni por parte de los partidos de derechas ni por los que se presentan como organizaciones de izquierda o progresistas-, sino responsabilizando de todo a las etéreas «fuerzas del mercado» que habrían impuesto unas recetas inevitables para alcanzar la salida del túnel.

Sin salir del túnel

Lo que está sucediendo en las últimas semanas es que, de nuevo, hay más sombras que luces en el camino hacia la recuperación económica y, por lo tanto, la euforia está desapareciendo de los discursos institucionales a la velocidad de la luz. «Brutal frenazo al crecimiento» titulaba France-Presse uno de los análisis que difundió ayer desde Berlín una vez que se hizo público que el producto interior bruto alemán cayó un 0,2% en el segundo trimestre.

Tras digerir la sorpresa -que no lo fue tanto porque el dato sea negativo, sino porque es mucho peor de lo que se esperaba-, la pérdida de velocidad de la «locomotora europea» se explica ahora en base que el comercio exterior -el punto fuerte de la economía germana- no se ha comportado tan bien como en el primer trimestre del año y porque las inversiones empresariales han disminuido.

Pero las alertas no se han encendido en la Unión Europea únicamente por la mala evolución del PIB alemán, sino porque este dato se ha sumado al del estancamiento del PIB francés por segundo trimestre consecutivo, a la entrada de Italia en recesión técnica tras enlazar un -0,1% y un -0,2% en los dos primeros cuartos del año y, por no seguir acumulando ejemplos, por el rescate del Banco Espírito Santo con cerca de 4.900 millones de euros entregados por el Gobierno de Portugal.

Aunque ayer casi hubo unanimidad en ver la botella medio vacía, los datos se pueden cocinar con distintos sabores y, de este modo, afirmar al mismo tiempo que el PIB se estanca en la eurozona -a lo que también se denomina «crecimiento nulo»- en el segundo trimestre y avanza un 0,2% en el conjunto de la UE. Este último dato viene impulsado, sobre todo, porque la economía británica fue la que más creció (0,8 %).

Pronósticos a la baja

Los expertos consultados por el Banco Central Europeo han revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento de la zona del euro para 2014 una décima, hasta el 1%; es decir, que siguen apostando por un índice anual en positivo. Y mantienen las previsiones de crecimiento del PIB en el 1,5% para 2015 y en el 1,7% para 2016, tal como quedó reflejado en el boletín mensual del BCE publicado ayer mismo.

También han revisado ligeramente a la baja sus pronósticos sobre el paro en la eurozona. Prevén una tasa de desempleo del 11,6% en 2014, del 11,3% en 2015 y del 10,8% en 2016; en los tres casos dos décimas menos que en la encuesta de mayo.

Con datos reales, Eurostat cifró en el 11,5% el paro registrado en junio de este año en el conjunto del territorio de la moneda única, marcando una leve tendencia al descenso, ya que en julio de 2013 era del 12,0%.

Este grupo de expertos considera que los principales riesgos para el crecimiento son «el impacto de las tensiones geopolíticas en Ucrania y Oriente Medio, así como una demanda externa más baja de lo esperado de China y EEUU».

En ese análisis no se evalúan las recetas neoliberales puestas en marcha tanto por el «motor franco-alemán» como por las «economías periféricas». Como indicó a la agencia Efe el analista de Commerzbank Ralph Solveen, «parece que los problemas de la zona del euro se han desplazado desde el Sur hacia el Norte». Y las soluciones no llegan ni de un punto ni del otro.

EN CIFRAS

25 millones de personas engrosan las listas del paro en el conjunto de la UE -unos 18 millones en la zona del euro-, según datos de Eurostat. En porcentajes, Grecia y el Estado español siguen a la cabeza, por encima del 24% de la población activa.

10,2%. Era el índice de paro en los Veintiocho en junio -la misma cifra que registró el Estado francés-, mientras que en la eurozona era del 11,5%. Por debajo del 7% se hallan, entre otros, Alemania, Gran Bretaña, Países Bajos, Dinamarca y la República Checa.

0,00%. El PIB de la eurozona se estancó en el segundo trimestre del año al registrar un «crecimiento nulo». Ayer se conoció que el PIB alemán cayó un 0,2%, el doble de lo esperado, mientras que el francés también «sumó» un cero.

El ejemplo español: la deuda alcanza el billón de euros y acecha al 100% del PIB

El 24,5% de paro registrado en junio no permite al Estado español encabezar el ránking negativo de la UE solo porque la crisis ha golpeado más duramente a Grecia, que en mayo ya superaba el 27% -este es el último dato referido al país heleno que ha confirmado el Eurostat. A partir de ahora, Madrid ostenta un nuevo récord, aunque esta vez es solo estatal: la deuda pública superó en junio por primera vez el billón de euros y ya supone el 98,2% del producto interior bruto (PIB).

En concreto, el endeudamiento público aumentó en 10.336 millones durante junio, lo que representa un incremento del 1,03% respecto al mes anterior, mientras que ha repuntado un 6,7% frente a junio de 2013, con 63.447 millones de euros más que doce meses antes.

Aunque todavía pueda sorprender, la evolución de la economía española fue valorada positivamente ayer desde ciertas instituciones comunitarias. «Por ejemplo, la recuperación económica gana en firmeza en España y en Portugal, después de las reformas audaces que han perseguido en los últimos años», afirmó Michael Jennings, portavoz de la Comisión Europea. De esa forma hacía referencia al dato de que el PIB español creció un 0,6% entre abril y junio, dos décimas más que entre enero y marzo.

Pero lo cierto es que, desde 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis, la deuda española no ha dejado de crecer ejercicio tras ejercicio y se ha más que duplicado, pasando de los 436.984 millones de euros (el 40% del PIB) a 1.007.319 millones y aproximarse al 100% de la «riqueza nacional». Según comentó el secretario de Acción Sindical de UGT, esta situación, además de poner en riesgo la «recuperación» económica, «anticipa más recortes sociales». T.F.