El pasado fin de semana, unas 80 personas recorrieron las calles de Buñuel recordando a los ejecutados a sangre fría durante el verano de 1936. Esta peregrinación dio punto final a un calendario de actos en favor de la memoria en este pueblo, durante los cuales, uno de los promotores, Pedro José Francés, recibió insultos y le han conminado a marcharse del pueblo.

El encuentro del sábado, donde 40 vecinos, así como una veintena de descendientes de personas que se marcharon de la localidad por miedo y otros tantos solidarios, duró una hora y media. Al igual que en otras ocasiones, se recorrieron las casas donde vivía buena parte de los vecinos que fueron ejecutados en las distintas sacas y del alcalde y el secretario, muertos por un guardia civil y un militar en el portal del Ayuntamiento.

«Fue todo muy bien, yo iba contando donde vivía cada uno, cómo era el pueblo y cómo los mataron. Pasamos por unas 30 casas», explica Francés. El recorrido se realizó en plenas fiestas, por calles aledañas a donde sueltan las vacas, lo que genera aún mayor controversia.

Este año, la tensión fue mayor que en anteriores ocasiones debido a la placa republicana que Francés colocó junto a su balcón y que fue retirada en dos ocasiones, generando gran polémica.

«Me ha dado pena que gente del pueblo se hubiera comprometido a hacer con nosotros el recorrido y al final no acudiera. La placa de la Plaza de la República ha encendido bastante los ánimos», explicó el promotor. Durante las últimas semanas de homenaje, coincidiendo con las fechas del verano en las que se cometieron los crímenes, Francés colocó un cartel en el balcón de su casa, que rezaba «Plaza de la República», con el que quería reivindicar que el Ayuntamiento que hizo esa plaza fue el que fue ejecutado por los cuneteros.

UPN y la Guardia Civil

Pese a que se habían tomado medidas para que el letrero no diera a confusión con el nombre oficial (Plaza de las Vacas), operarios municipales la retiraron dos veces, pero fue inmediatamente repuesta. «La segunda vez había doce falangistas reconocidos y uno de ellos me gritó: `Fuera del pueblo, cabrón'. Lo que es aún más grave, sabiendo que aquí el destierro ha sido histórico», dice Francés, que ha interpuesto acciones legales.

La tercera placa era aún más grande que las dos que ordenó retirar el alcalde, Joaquín Pórtoles, de UPN. «Eso daba aún menos posibilidades de confusión para un extranjero. Lo que pasa es que aquí les duele que recuerdes a los muertos y les duele más tener un recuerdo positivo de la República. Ellos pensaban que la plaza la había hecho Franco», afirma. Para retirar la placa más grande acudió la brigada municipal acompañada de una pareja de la Guardia Civil. Pero Francés llegó antes y pudo guardarla para que no se la llevaran. Finalmente, cuando se terminaron los actos en favor de la memoria histórica, Francés la retiró por voluntad propia.