Si hay alguien que lo ha jugado prácticamente todo en las últimas tres temporadas, ese es Markel Susaeta. Por eso, no dejó de sorprender tanto que Ernesto Valverde no solo le dejase en el banquillo -lo que ya ocurrió cuatro veces el ejercicio pasado en Liga-, como que no acabase disputando ni un solo minuto frente al Levante, algo prácticamente inédito en la historia más reciente del equipo.

La carga de trabajo acumulada por la plantilla al comenzar la pretemporada antes de lo habitual, unido a una campaña que se presenta con dos encuentros oficiales por semana, obliga al técnico rojiblanco a oxigenar a sus futbolistas. Sin olvidarnos de que por detrás vienen con mucha fuerza nombres como los de Ibai -ya dio muestras de su calidad el año pasado solo interrumpidas por una inoportuna lesión-, Viguera -máximo artillero en Segunda-, o Unai López -la revelación de este inicio competitivo con muy pocos minutos disputados-.

Circunstancias todas ellas que el afectado las ve como algo normal en un conjunto que aspira a estar entre los grandes. «Si queremos eso, tiene que haber competencia, que creo que la hay, en todas las posiciones. En la plantilla hay bastantes futbolistas que pueden desenvolverse en varios puestos, y uno de ellos es el mío. El otro día jugaron otros compañeros y lo hicieron fantásticamente bien, creo que es un buen paso para el equipo», aseguró.

Insistido en ello por no ser una situación que se suela dar con asiduidad, el eibartarra señaló que «me tocó ser suplente y no lo vi mal, ni mucho menos, el entrenador tiene que poner en cada partido a los once que crea convenientes para ganar dicho encuentro y todo fue bien». Rotaciones para un año que se presenta movidito, aunque «creo que estamos gente suficiente para afrontar las tres competiciones y repetir el gran nivel físico al que estuvimos la temporada anterior».

Descanso que viene bien

Por todo ese nivel de exigencia que ha tenido que afrontar el vestuario rojiblanco en estas pasadas semanas, el parón liguero consecuencia de las convocatorias de selecciones viene muy bien para refrescar tanto músculos como neuronas, analizando «qué hemos hecho bien y qué mal hasta ahora, además de cargar las pilas para encarar la próxima serie de partidos, que son muchos», puntualizó.

Entre lo bueno, a destacar el brillante pase a la fase de grupos de Champions, lo que va a permitir, como mínimo, vivir otras tres «increíbles» noches europeas en San Mamés, después de la «pasada» que fue el encuentro de vuelta en el estadio bilbotarra frente al Nápoles.

Quién sabe si pueden ser más, al fin y al cabo, los rivales que le han tocado en suerte al Athletic -Oporto, Shakhtar y Bate Borisov-, siendo importantes, no parecen imbatibles a priori. «No son de tanto nombre, pero sí de primer nivel -advirtió Susaeta-, aunque está claro que tenemos opciones de pasar», reivindicó.

«Colectivamente lo estamos haciendo bien de momento, porque uno de los principales objetivos del equipo era pasar la eliminatoria de Champions y se consiguió. Hemos ganado un partido de dos en liga, pero esto no ha hecho más que empezar y a nivel particular creo que todavía puedo dar mucho más», se autoexigió.

Un margen de mejora que también es extrapolable a la escuadra vizcaina porque, como comentó Susaeta, este equipo, pese a alguna importante salida, «no ha tocado techo». Uno de esos apartados en los que todavía le queda camino por recorrer se encuentra lejos de San Mamés. «Si queremos llegar a ser mejores, necesitamos fuera de casa la misma regularidad que tenemos en nuestro campo», indicó el jugador.

Eso será más factible si se sigue contando con el colchón de la solvencia del estadio rojiblanco. «No vamos a ocultarlo, la verdad es que en casa estamos sacando todos los partidos increíblemente bien», reconoció un Susaeta, para quien repetir el cuarto puesto liguero de la campaña pasada es todavía un reto que queda bastante lejos, ya que «cuando juguemos unos cuantos partidos más veremos cuál es nuestro objetivo».