Aunque la fecha en la que agotó la recortada partida del presupuesto del Gobierno de Lakua para ayudas a la conciliación de la vida laboral y familiar fue el 22 de agosto, esto no supone que quienes presentaran sus solicitudes antes de esta fecha vayan a cobrar. Según un documento oficial al que ha tenido acceso GARA, con los 17,3 millones presupuestados se fueron pagando solicitudes de 2013 y solo alcanza para hacer frente a las de enero y febrero de 2014. El resto, quizá puedan obtener su ayuda el año que viene.

Las resolución de las solicitudes de ayuda para conciliación se realiza por orden cronológico desde su entrada en la Administración. Por tanto, cuando se habilitó la partida para 2014, se comenzaron a pagar los cerca de 12.000 expedientes que habían quedado pendientes del pasado año, cuando el Ejecutivo de Urkullu, a pesar de prorrogar el presupuesto de 2012, ya aplicó un gran recorte de hecho a esta partida.

El propio documento señala que la suspensión de las ayudas afecta esencialmente a las solicitudes que han tenido fecha de entrada desde el 28 de febrero de 2014.

Todas las peticiones que se presentaron después y que, por tanto, no fueron resueltas antes del 22 de agosto y todas las que se realicen a partir de esa fecha, serán denegadas por «falta de crédito adecuado y suficiente».

Sin embargo, la Administración las seguirá recogiendo para ver si las puede pagar en 2015 sin necesidad de que el solicitante haga una nueva petición.

Pero el propio Departamento de Políticas Sociales ya advierte de que para que se pueda efectuar ese pago tienen que darse dos condiciones: la primera, que el programa de ayudas siga vigente y, la segunda, que en el momento de resolver la solicitud exista crédito suficiente y adecuado para su pago.

La Administración ya ha comenzado a recibir un aluvión de quejas a través de sus canales de comunicación con la ciudadanía, como Zuzenean, y en las redes sociales.

Un recorte brutal

La falta de dinero para cubrir las necesidades de ayudas se debe al recorte que el Gobierno de Urkullu ha realizado sobre la partida para la conciliación, que desde el último presupuesto aprobado, el de 2012, bajó de 30 millones de euros a 17,3 millones, una rebaja del 42,34%.

Este recorte se observa con mayor nitidez cuando se compara la partida dedicada a ayudas a la conciliación de la vida laboral y familiar, con el montante total del presupuesto del Gobierno de Lakua. GARA ha realizado ese ejercicio y como se observa en la columna que acompaña estas líneas, nunca esa proporción había sido tan baja como desde la llegada de Iñigo Urkullu a Ajuria Enea.

El Ejecutivo del PNV pegó un hachazo del 0,29% sobre el presupuesto con el que se encontró al llegar al gobierno en 2012, hasta el 0,17% actual. En 2010, el peso de las ayudas a la conciliación sobre el conjunto de las cuentas, llegó a ser el doble que el de ahora, alcanzando el 0,34%, su techo desde 2007.