La denominada como telefonía móvil se ha convertido en epicentro de interés para buena parte de las compañías tecnológicas que apuestan por expandir en la medida de las posibilidades las grandes prestaciones que ofrecen los smartphone. Todo ello se ha traducido en un nuevo fenómeno laboral que gira en torno al móvil. Buen ejemplo de ello es la innumerable cantidad de aplicaciones desarrolladas, un mercado en clara expansión y que, según revelan los últimos datos, su actividad generará más de 20.000 millones de euros en volumen de negocio durante el próximo año.

Se trata de unos datos a tener en cuenta ya que esa nada desdeñable cifra será generada tan solo en el Estado español, un lugar en el que por el momento, cuenta con 20.000 puestos de trabajo en este sector. Empresas como Apple señalan que el negocio de los app y App store ya han generado 500.000 puestos de trabajo en toda Europa. La incorporación masiva de las tecnologías paralelas explica este fenómeno. Al menos así lo afirma Jaume Montané, cofundador del Grupo Monsan y experto en telefonía móvil, «el usuario -señala Montané- ya utiliza su terminal para encontrar calles, buscar pareja, estudiar una carrera a distancia o trabajar. El mercado se ha readaptado a un perfil de usuario polivalente que busca sofocar numerosas necesidades con un terminal en la palma de su mano».

Responsables de contenidos, programadores de videojuegos para móviles, expertos en redes sociales, productores de contenidos audiovisuales para móviles... son tan solo algunos ejemplos de las nuevas oportunidades laborales relacionadas con el fenómeno de este auge. En este sentido, dos de los cuatro proyectos vascos que figuran entre los finalistas del prestigioso evento dedicado a las startups, The South Summit, que tendrá lugar entre el 8 y 10 de octubre en Madrid, están relacionados con las aplicaciones para móvil. La primera, Perpetuall, ha sido desarrollada en Bilbo y se trata de una app que mantiene los contactos siempre actualizados, avisa automáticamente de los cambios y actualiza la agenda. La segunda procede de Iruñea, lleva por nombre Blackbinder y tiene como objetivo facilitar a los músicos su trabajo individual y colectivo mediante el uso de partituras digitales.