PNV, PSE y PP confirmaron ayer el nombramiento de los ocho patronos que han propuesto para que formen parte de la fundación bancaria en que tienen previsto convertir Kutxa. El acto tuvo lugar en una comisión de las Juntas Generales de Gipuzkoa en la que se trató este punto a petición precisamente del presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, quien instó a la institución foral a que aprobara los nombramientos antes del día de hoy.

A estos ocho nombramientos, hay que sumar el de Borja García Santacruz, elegido para representar al sindicato Pixkanaka, que acata todas las decisio- nes de la Presidencia de Kutxa y que cuenta con el apoyo de CCOO. Faltarían los cuatro que le dejan a EH Bildu y los dos de las instituciones fundadoras, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de Donostia. Estos seis patronos quedarán vacantes al estar tanto la coalición como las instituciones en contra de la conversión de la caja en fundación bancaria. Curiosamente, a las fundadoras de Kutxa solo les han cedido dos patronos, en tanto que en Bizkaia y Araba, donde las instituciones están controladas por PNV y PP, pueden elegir a tres.

Sin debate de fondo

Antes de la votación para aceptar o no la propuesta del tripartito de elegir los quince patronos, en la que EH Bildu no participó, tuvo lugar un turno de intervenciones en los que PNV y PSE se negaron a entrar a debatir sobre el proceso de privatización de las cajas, mientras que Iñigo Manrique, del PP, se limitó a decir que estaba a favor de dar salida a la propuesta de Iturbe.

La portavoz del PSE, Rafaela Romero, dedicó sus dos intervenciones a pedir que se levantara testimonio por las acusaciones de Maite Sarasua, de Aralar, que habló de la privatización de Kutxa como un «fraude» o como «el mayor robo de las últimas décadas, con la bendición de PNV, PSE y PP». Tras insistir a la presidenta de la comisión con la redacción del acta, Romero anunció que no iba a entrar en el «fondo político» de la cuestión. Xabier Ezeizabarrena, del PNV, habló de «graves acusaciones» y dijo que tomaba nota del «tono de la izquierda abertzale y de sus amenazas veladas». Añadió que la elección de los patronos por parte de las Juntas «garantiza el control público» de Kutxa y calificó la oposición a la privatización como «pataleta política habitual de la izquierda abertzale».

Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Judit García, recordó que el proceso de conversión de Kutxa no finaliza hasta el 31 de diciembre por lo que hay tiempo para que se celebre un «debate amplio abierto a la sociedad» que permita estudiar alternativas al proceso privatizador que está liderando el tripartito. La juntera abertzale hizo entonces referencia a la propuesta de la Diputación de Gipuzkoa de ceder las acciones de Kutxa a las instituciones.