Natxo MATXIN
OSASUNA | El Sadar vivió un partido poco habitual

Cedrick lidera la remontada

Los rojillos, que perdían 1-3 en el minuto 53, consiguieron darle la vuelta al marcador en lo que restaba de segunda parte de un partido donde las defensas no estuvieron a la altura requerida, y en el que el internacional congoleño brilló de manera decisiva.

OSASUNA 6

MALLORCA 4

Rara avis en la categoría de plata, El Sadar vivió un encuentro de esos que se producen cada mucho tiempo, con una borrachera de goles que hizo las delicias de la grada, gracias a la espectacular remontada local, y no tanto las de los técnicos. Más propio de Roland Garros que de un partido de fútbol, el 6-4 final no hizo sino reflejar lo bien que lo hicieron en ataque ambas escuadras, pero también lo mal que se manejaron en sus respectivas facetas defensivas.

La alternancia en el marcador le dio todavía más suspense al choque, que acabó en revolcón para mayor regocijo de los anfitriones. Osasuna perdía por 1-3 en el minuto 53, merced a sus descuidos defensivos, una inaudita decisión arbitral y tras salir sin tensión después del descanso. Sin embargo, el Mallorca no supo cerrar el envite cuando lo tenía todo de su parte y encajó dos goles en apenas tres minutos, lo que hizo creer a los rojillos en una factible remontada.

Ya habían tenido que remar contracorriente desde mediada la primera mitad cuando Lesma López varió su criterio inicial en un lance entre Raoul Loé y Martí en el que, en principio, no señaló ni falta, para después, al ver caer al suelo al bermellón, considerarlo como infracción y tarjeta para el camerunés. El golpe franco directo lo botó a la perfección Marco Asensio -uno de los mejores entre los suyos- para adelantar a los visitantes, entre las protestas de los rojillos y las de una enfadada grada.

El golpe lo encajó mal la escuadra navarra, que pasó por unos momentos de naufragio que no supieron aprovechar, en primera instancia, los pupilos de Valeri Karpin, pese a disponer de ocasiones para agrandar la desventaja. Superado el contratiempo, Osasuna volvió a hacerse con el mando hasta empatar e incluso poder irse en ventaja a los vestuarios. El encuentro ya comenzaba a dejar visos de que iba a discurrir por unos derroteros bastante locos.

El revulsivo congoleño

La confianza en que la reacción local iba a tener continuidad en la reanudación se tornó en pesimismo al comprobar cómo Scepovic volvía a adelantar por partida doble a los isleños. Sin embargo, a partir de ahí ocurrió lo nunca visto. Hasta cinco dianas hizo subir al marcador Osasuna entre los minutos 58 y 85. Y con un protagonista de excepción en algunas de ellas, cuyo nombre acabó siendo coreado masivamente por la grada: el del recién ingresado Cedrick.

El internacional congoleño fue todo un revulsivo cuando Jan Urban decidió darle entrada en el campo a falta de media hora para que concluyese el encuentro. Su velocidad y desborde por ambas bandas resultó determinante para servir dos tantos en bandeja a Nino -el almeriense también participó en casi todas las jugadas de los goles- y Roberto Torres, que hizo doblete y un disparo al larguero.

Con ocho puntos, Osasuna se planta en puertas de los puestos de play-off y sigue generando ilusión entre su parroquia. Como Cedrick, habrá que confiar en que no sea flor de un día.

Urban: «Habrá que mirar los biorritmos»

Jan Urban es un técnico que siempre deja alguna pincelada de humor en sala de prensa. «Esto no ha sido un partido típico de Segunda. Tendremos que esperar una década para volver a ver un encuentro así. Siempre planteamos un fútbol ofensivo y con goles, pero no de esta manera. Habrá que mirar los biorritmos de los jugadores», arrancó una sonrisa de los presentes el míster polaco.

Y dio especial valor a la actuación de Cedrick. «Ha roto el encuentro, por su velocidad es un futbolista muy diferente a lo que tenemos, ya que genera muchos desmarques en ruptura», elogió el preparador rojillo, quien también alabó el hecho de que el equipo no se hubiese rendido nunca, «pues responde cuando tiene que hacerlo», aunque también hubo unos cuantos errores, como «provocar contraataques que han dado mucho miedo» y que «habrá que corregir entre semana».

El entrenador del Mallorca Valeri Karpin, por su parte, no pudo sino manifestar que su escuadra «funciona durante 65-70 minutos, pero lo tira todo por la borda en otros 5-10. No sé si es el miedo a perder puntos u otra cosa, pero no es muy normal hacer cuatro goles fuera de casa y no puntuar».

N.M.