Las Fuerzas Populares de Defensa (HPG), el brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), asumieron ayer la muerte de cuatro policías turcos, tres de ellos miembros de las fuerzas especiales, en dos acciones armadas que tuvieron lugar el jueves y el viernes en Kurdistán Norte como «advertencia ante el terror policial y las políticas de genocidio», informó la agencia kurda Firat. En su comunicado, las HPG declararon que sus combatientes darían la respuesta necesaria al Estado turco si no abandona su actual política.

La segunda de las acciones armadas tuvo lugar el viernes por la tarde con armas pesadas contra un puesto de control policial en la carretera entre Bitlis y Diyarbakir. En ella murieron tres agentes de las fuerzas especiales y dos más resultaron heridos.

Según la agencia privada Dogan, los agentes murieron en una emboscada tras ser atacados con lanzacohetes y fusiles

Otro policía murió y dos más resultaron heridos en el otro ataque realizado el jueves por la noche por la guerrilla contra dos vehículos de la Policía que patrullaban por el distrito Kayapinar de Amed.

También el jueves, un grupo de soldados turcos que participan en una operación en Elmalidere, a 30 kilómetros de Karayazi, en la provincia de Erzurum, abrieron fuego contra un grupo de guerrilleros, según relataron fuentes locales, lo que redivó en un enfrentamiento, hasta que los residentes de la zona obligaron a los militares a retirarse.

Estos incidentes se producen cuando la tensión entre el Gobierno turco y el PKK ha aumentado y mientras sigue en vigor el alto el fuego declarado por la guerrilla kurda en marzo de 2013.