Beñat ZALDUA BARCELONA
EL PROCESO SOBERANISTA CATALÁN

El Govern frena, el Parlament aguanta y la calle aprieta

Día de reacciones a la suspensión de la consulta en Catalunya. Y día de sorpresas también, dado que el Govern anunció la paralización «cautelar y temporal» de los preparativos del 9 de noviembre que impliquen a funcionarios y particulares. Los partidos soberanistas reaccionaron con cautela, mientras que en las plazas de pueblos y ciudades, miles de catalanes acudieron al llamamiento de la ANC y de Òmnium en defensa de la consulta.

Nervios. Tras la suspensión cautelar de la Ley de Consultas y del Decreto de convocatoria del 9 N por parte del Tribunal Constitucional, la pelota regresó ayer al tejado catalán, que en contra de lo previsto, se presentó más que nunca como un tejado a dos aguas. A un lado, el Govern, que frenó y redujo varias marchas anunciando la suspensión «cautelar y temporal» de los preparativos de la consulta; en el vértice el Parlament y, al otro lado, miles de ciudadanos que ayer se concentraron ante los Ayuntamientos de Catalunya. El objetivo original de la convocatoria era protestar contra la suspensión del Constitucional y en defensa de la consulta, pero las concentraciones se convirtieron, indirecta pero irremediablemente, en un aviso al Govern para que no se arrugue y mantenga la cita del 9N. El objetivo principal, sin embargo, siguió siendo el Estado español como lo demostró la acampada de la Esquerra Independentista ante la sede de la Delegación del Gobierno español en Barcelona. Los Mossos d'Esquadra desalojaron por la noche la quincena de tiendas.

Pero cuidado con las conclusiones precipitadas, porque el escenario no es tan simple, como lo demuestra la presencia del partido del Govern, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), en todas las concentraciones vespertinas. Los matices son muchos y la hora, demasiado temprana para sacar conclusiones.

Tras el silencio del lunes, el país aguardaba a la reunión del Govern para conocer su reacción a la suspensión del Constitucional. El escenario previsto días atrás pasaba por el mantenimiento de la consulta pese a la suspensión cautelar -así lo había señalado el propio president, Artur Mas-, pero ayer a mediodía fue el portavoz del Govern, Francesc Homs, el encargado de lanzar un jarro de agua fría sobre los más convencidos con la desobediencia: «Tomaremos las medidas correspondientes, con carácter tempo- ral y cautelar, para garantizar la seguridad jurídica y la correcta actuación de los empleados públicos de la Administración de la Generalitat y de las administraciones locales». La pregunta de los periodistas fue automática: ¿Implica esto la paralización de los preparativos de la consulta? La respuesta, parcialmente afirmativa: «Todas las decisiones se tomarán caso por caso, teniendo en cuenta si hay afectación o no por parte de funcionarios o particulares».

Homs también anunció que presentarán alegaciones ante el Constitucional, al que pedirán en los próximos días que levante la suspensión cautelar y que se apresure a entrar en el fondo de la cuestión y dictar sentencia. «Si es un árbitro imparcial, esperamos la misma velocidad que vimos ayer (por el lunes)», añadió. Recordó además que «el Tribunal Constitucional no ha anulado absolutamente nada», que las decisiones de ayer del Govern «hay que entenderlas en este contexto» de suspensión cautelar y que cuando diseñaron el dispositivo de la consulta ya contemplaron «que se podría abrir un periodo con un ritmo diferente, como este». «Aquí no se ha acabado nada, el proceso sigue», concluyó el portavoz, sin convencer a todos.

Polémica servida

La reacción fue inmediata, sobre todo vía redes sociales, donde la comunidad soberanista se dividió entre los atónitos y los indignados que, tres días después de haber aplaudido a Mas por firmar el Decreto, pedían su cabeza en bandeja de plata. Paralelamente, ``La Vanguardia'' aseguraba que en la reunión del Govern había reinado la tensión entre los consellers de Convergència y los de Unió.

Quién sabe si por ser cierta la noticia o no, la reacción del resto de partidos fue mucho más moderada de lo que cabría esperar si hablásemos de una retirada de la consulta en toda regla. ERC e ICV-EUiA renunciaron a la habitual rueda de prensa parlamentaria de los martes para no hacer sangre y aunque la CUP la mantuvo, su diputado Quim Arrufat se limitó a «lamentar» la retirada de la campaña institucional y a pedir al Govern que acompañe a la «mayoría social dispuesta a desobedecer». Estos tres partidos, junto a CDC, anunciaron además que seguirán sus campañas a favor de la consulta. Unas campañas que, a excepción de ICV-EUiA, todos tienen como objetivo el Sí a la independencia. Los ecosocialistas están pendientes de ratificar en una consulta interna el posicionamiento propuesto por la dirección ante la pregunta del 9N: sí a convertirse en un estado, libertad de voto para decidir si dicho estado debe ser independiente.

El transcurso de las horas pareció dar la razón a la moderación. Homs había dicho que solo se paralizarían aquellas accio- nes que pudiesen tener repercusiones sobre funcionarios y particulares, atendiendo a la providencia dictada por el Constitu- cional, en la que se subrayaba la suspensión de todas las «actuaciones de preparación para la convocatoria» de la consulta. Muestra de ello, la web institucional de la consulta publica- da el sábado seguía activa, aunque con un aviso de que no se actualizará. También hubo quien se acordó de los rumores que en los últimos días circulaban en Catalunya, según los cuales el Estado centraría sus represalias en funcionarios y parti- culares, con objetivo de mellar la voluntad de los catalanes sin tener que caer en la espectacularidad de suspender alguna competencia de la Generalitat.

Lo que sí que molestó a los partidos soberanistas que no están en el Govern, según admitieron, fue que Mas no les informase de la decisión de paralizar «cautelar y temporalmente» algunas de las actuaciones, algo que algunos entendieron como una ruptura de la promesa de tomar todas las decisiones de forma multilateral. Pero tampoco aquí quiso hacer nadie demasiada sangre y, al menos en público, los partidos dieron por buenas las palabras de Homs, que señaló que el pleno que empieza hoy en el Parlament será un buen momento para poner en común el posicionamiento de las fuerzas soberanistas. Hoy será el día indicado para tomar el pulso a la salud de la unidad de los partidos soberanistas.

De hecho, las miradas se fijarán en la Cámara, donde el orden del día mantiene la votación de la Comisión de Control de la consulta, que ejerce de Junta Electoral. Aunque la constitución oficial depende de un decreto del president, la votación enviará un mensaje inequívoco de la clase política a favor de la consulta.

Desde las plazas

Pese a que todavía es pronto para anunciar la renuncia definitiva del Govern a la consulta, las concentraciones de la tarde en pueblos y ciudades recordaron a los dirigentes catalanes que una marcha atrás no sería, ni mucho menos, gratuita. Miles de ciudadanos acudieron al llamamiento de la ANC y de Òmnium Cultural a concentrarse ante los Ayuntamientos en contra de la suspensión del Constitucional y en defensa de la consulta, en lo que significó también el punto de partida para la campaña ``Ara es l'hora'' impulsada por ambas entidades con el objetivo de llevar el debate sobre la independencia a todos los hogares.

Paraguas en mano, en Barcelona se dieron cita representantes de CDC, ERC, ICV-EUiA y CUP -en muchos municipios acudieron también militantes de Unió y del PSC-, así como la presidenta de ANC, Carme Forcadell, que aseguró que «ningún tribunal decidirá nuestro futuro», y la presidenta de Òm- nium, Muriel Casals, quien garantizó que «esto es imparable, no lo para ni la lluvia ni un tribunal deslegitimado».

Salatari lana bere gain hartu du PPko Sanchez Camachok

Kataluniako Gobernuak behin-behinean galdeketarako kanpaina bertan behera uzten zuela jakinarazi aurretik, mehatxu oso zuzena jaso zuen PPren partetik. Katalunian alderdi honen agintari nagusi den Alicia Sanchez Camacho salatari lana bere gain hartzeko prest ageri zen.

Kanpaina hori geldiarazteko ekimena Fiskaltzak berak har lezake, inoren salaketaren beharrik gabe, eta horregatik politikoki esanguratsua da PPk agerturiko prestasuna. Sanchez Camachok adierazi zuenez, kanpainaren aurkako salaketa aurkeztuko du gaur bertan, Fiskaltzaren aurrean, Artur Mas presidentearen aurka. Ikusteko dago orain, Generalitatearen erabakiaren ostean, asmo horri eutsiko dion ala ez.

Mehatxuari jarraipena eman dio PPko buruak, Artur Masek egiten dituen urrats guztiak miatu eta legez kanpokotzat jotzen duen edozeren aurka Fiskaltzara joango dela esan baitu Sanchez Camachok. Diru publikoaren okerreko erabilera, prebarikazioa eta desobedientzia delituen zantzuak aurreikusten ditu balizko urrats horietan.

Suabeago mintzatu zen Mariano Rajoy Senatuan, baina norabide berean. CiUk luzatutako galdera bati erantzunez, Auzitegi Konstituzional espainolak hartutako erabakiaren aurka egitea «ez da demokraziarekin bateragarria». Konstituzio espainola ez dela ezerentzat oztopo, elkargune baizik, erantsi zuen espainiar Gobernuko presidenteak. GARA

Policía contra urnas frente al Congreso

Las juventudes de ERC tenían previsto protestar ayer contra la suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional mediante una comparecencia frente al Congreso español en la que exhibieron varias urnas de cartón y dos pancartas llamando al voto. No pudieron celebrarla ya que se lo impidió un grupo de policías españoles que obligó al grupo, en ocasiones a empujones, a bajar hasta una esquina junto a la fuente de Neptuno. Los agentes, además, sustrajeron uno de los dos carteles desplegados. Concretamente, aquel en el que podía leerse «Nadie suspenderá la democracia».

«Es evidente que España es una prisión de pueblos que actúa con agresividad delante de acciones pacíficas y defensoras de la democracia», denunció su portavoz, Gerard Gómez del Moral, quien reiteró que, pese a todo, «no podemos permitir que doce jueces de un tribunal corrupto intenten impedir la voluntad democrática de millones de catalanes». Se da la circunstancia de que el lugar del que fueron expulsados los miembros de JERC fue utilizado recientemente y sin problemas para un acto del grupo unionista «Libres e Iguales». A. P.