«Suponiendo que no haya cambios en cuanto a medidas de control de la epidemia», a comienzos de noviembre habrá 10.000 casos en Liberia, 6.000 en Guinea y 5.000 en Sierra Leona, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un estudio publicado la pasada semana por la revista «New England Journal of Medicine». Expertos estadounidenses ofrecen una visión aún más alarmante: la cantidad de afectados solamente en Liberia y Sierra Leona podría dispararse a 1,4 millones para enero de 2015, en el peor de los escenarios, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) con sede en Atlanta. En ese hipotético escenario resulta impensable, por ejemplo, la celebración en enero en Marruecos de la Copa Africana de Naciones, torneo de selecciones de fútbol que movilizaría a miles de personas.

Para evitar llegar a esa situación la OMS ha reclamado más ayuda, «más gente» sobre todo, dado que los sistemas de salud de los países afectados llevan tiempo colapsados.

El primer anuncio de la aportación cubana llegaba el 12 de setiembre. En rueda de prensa ofrecida en Ginebra, el ministro de Salud, Roberto Morales, comunicaba el envío de personal médico a Sierra Leona para combatir el ébola. «Para la primera semana de octubre estarán en el país africano 103 enfermeras y 62 médicos», informaba Cubadebate. Margaret Chan, directora general de la OMS, declaraba que es la mayor contribución de personal de atención realizada por un país para ayudar a controlar la epidemia. Ese mismo día, Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Ban Ki-monn, aseguró que «el secretario general acoge con satisfacción el anuncio hecho por el Gobierno cubano».

EEUU, militares; Cuba, médicos

«Si esta epidemia no se detiene, podría causar una catástrofe humanitaria en toda la región. En una era en la que las crisis regionales pueden convertirse rápidamente en amenazas globales, detener el ébola está en el interés de todo el mundo», manifestó recientemente el presidente de EEUU, Barack Obama. Pero en lugar de enviar personal sanitario, ha mandado 3.000 militares y ha ordenado crear un Mando de Fuerzas Conjuntas en Monrovia (Liberia) para apoyar los esfuerzos locales en la lucha contra el ébola. La pasada semana aseguró que ese centro logístico ya «está en marcha».

Una avanzada de tres médicos cubanos, dirigidos por el jefe de la brigada, doctor Jorge Delgado, ya se encuentra en Sierra Leona para determinar los lugares donde serán desplegados los profesionales de la isla. En lugar de los 165 anunciados inicialmente, serán 461, según informó el pasado jueves la directora de la Unidad Central de Colaboración Médica del Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap), Regla Angulo. 300 profesionales sanitarios más que dejan en muy mal lugar a países mucho más ricos, poblados y poderosos que la bloqueada isla caribeña.

Angulo agregó que los integrantes de la brigada médica cubana reciben desde el pasado día 15 un curso «intensivo» de preparación teórica y práctica «rigurosa», que incluye entrenamientos en bioseguridad para enfrentar su misión, así como los riesgos de enfermedades emergentes. Indicó que 15.000 profesionales de la isla se han ofrecido para sumarse al contingente que participará en la campaña sanitaria contra el virus del ébola. Dijo, además, que en la actualidad hay cooperantes cubanos de la salud en 66 países, y recordó que hasta la fecha 39 brigadas médicas de la isla han participado en contingencias en numerosos países.

«Ayudar es muy humano»

El director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) de La Habana, Jorge Pérez, insistió en señalar que la prevención es «la medida fundamental» ante el ébola, y recalcó que el personal de salud ha recibido la capacitación requerida con profesores cubanos y expertos extranjeros de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud. El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, llamó a todos los países a sumarse a la lucha contra el ébola durante una reunión de alto nivel sobre el ébola convocada por la ONU en Nueva York.

«Para los cubanos no hay sorpresas -escribía en Cubadebate Amado Riol Pírez-. Uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema de salud es la solidaridad internacional, sustentada en el principio de compartir lo que tenemos».

«Pese a ser un país del Tercer Mundo y tener pocos recursos, Cuba siempre ha dado un paso adelante, siempre ha manifestado su disposición a ayudar a cualquier país. Al final, todos somos afectados», decía en La Habana a Telesur Georgina Pérez, tras conocerse el envío de profesionales sanitarios a Africa Occidental. La sanitaria Ana Tellerías explicaba a la misma cadena que «siempre nos han educado para ser solidarios, para enfrentar estas situaciones de una forma correcta, con una ética muy profesional. Ayudar al resto del mundo es bueno, es muy humano», sentenciaba.