Iraia OIARZABAL DONOSTIA
A siete meses de las elecciones municipales y forales

Izagirre opta «con ilusión» a la reelección como alcalde de Donostia

Con la bahía de La Concha como telón de fondo, EH Bildu presentó ayer a Juan Karlos Izagirre como candidato a la alcaldía de Donostia. Un reto, el de la reelección, que el actual primer edil asume con «esperanza» e «ilusión», convencido de que en tres años y medio la coalición ha demostrado que otra manera de hacer política es posible. Agradecido con sus compañeros de gobierno y apostando por la cercanía y la participación, asegura que «esto no tiene marcha atrás».

«Vinimos para quedarnos y seguiremos haciendo el camino». Así se pronunció Juan Karlos Izagirre, actual alcalde de Donostia, en el acto celebrado en la plaza Jaques Cousteau para presentar su candidatura a la reelección. Recordando las palabras utilizadas en su toma de posesión, hace casi cuatro años, asumió el nuevo reto electoral con el firme compromiso de «hacer política de verdad, basada en la transparencia, cercanía y participación».

Junto a él se encontraba la mayoría de los miembros del Gobierno municipal, para quienes tuvo palabras de agradecimiento, y otros representantes de la coalición como el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, el candidato a relevarle, Xabier Olano, Ikerne Badiola, Hasier Arraiz, Pello Urizar, Ainhoa Beola, Joxean Agirre y Joseba Álvarez, entre otros.

Izagirre quiso recordar el inicio de su andadura hacia la Alcaldía, así como su recorrido en estos tres años y medio como alcalde. Un periodo en el que reconoció haber encontrado dificultades que, una vez superadas, le han fortalecido. En esta línea, citó como anécdota que tras su presentación le reprochaban ser un «baserritarra» que no tenía «capacidad» para ocupar el cargo. A falta de siete meses para finalizar la legislatura se muestra convencido de la buena gestión de su equipo. «La sociedad ha visto y cree en la apuesta realizada hace cuatro años», manifestó.

Participación ciudadana

La participación de la ciudadanía en la toma de decisiones fue uno de los puntos que destacó ayer el primer edil, que confía en seguir en la misma senda. «Nosotros ponemos la cara pero es un trabajo realizado entre muchas personas», remarcó ante la mirada de los asistentes al acto y de los paseantes que se paraban para escuchar sus palabras.

Aunque el discurso estuvo teñida de optimismo, no dejó de mencionar las dificultades que el Gobierno municipal ha encontrado en el camino. Así, comentó que ha tenido que hacer frente a la crisis económica, a «deudas heredadas» o a polémicas «estériles y artificiales».

Reconoció que todavía «queda mucho por hacer» y abogó por hacer frente a los recortes y apostar por el impulso de la economía y las políticas sociales; por reforzar los derechos de los trabajadores, y por gastar el dinero público con «transparencia y responsabilidad».

Izagirre también destacó que, en la presente legislatura, Donostia se ha convertido en referente en el trabajo para la consecución de la paz y la normalización política, bien siendo anfitrión de actos importantes o bien como organizador de dinámicas en este aspecto, así como en la reivindicación de «todos los derechos para todas las personas» y por la memoria histórica.

En cuanto al ámbito cultural, puso en valor el trabajo realizado y reivindicó que la cultura va más allá del consumo. Unido a ello, afirmó que «sin duda» Donostia es «más euskaldun» que hace cuatro años.

Por otro lado, apostó por seguir trabajando en los barrios hasta ahora «olvidados» y puso como ejemplo la labor realizada en Martutene y Txomin Enea.

Al final de su intervención, Izagirre volvió a agradecer la confianza depositada en él y reiteró que el de Donostia es un Gobierno municipal «de categoría» y «comprometido» que está siguiendo el camino marcado en su programa electoral.

Se siente «más ilusionado que nunca» y adelantó que seguramente «meterá la pata», pero que la «dirección» de su política «no cambiará». Y es que, según puso de manifiesto, por encima de las «contradicciones» ha quedado demostrado que «las instituciones y la lucha en la calle son complementarias».

El candidato de EH Bildu puso énfasis al recordar el contexto en el que se presentó a las elecciones de 2011, con mucha gente que no podía formar parte de las listas electorales debido a la ilegalización. Y tampoco olvidó que, a día de hoy, otros muchos siguen sin poder hacerlo porque permanecen en prisión.