Elkarrizketa
Manex Altuna
Guitarra de Itziarren Semeak

«`Revolta' es una actitud. Levantarse contra las injusticias. Agitar las conciencias»

A finales de 2006 tres jóvenes, los hermanos Ibon y Manex Altuna y Jebi, se enredan las neuronas y deciden «molestar» al pueblo con una propuesta festivo-reivindicativa llamada Itziarren Semeak. Pocos años después y con más de 250 conciertos y más discos de los que cabe imaginar, llega «Revolta», su disco más colorista desde la misma portada y donde el ska se funde sin fronteras.

En abril de 2007 se les revuelven las tripas por primera vez, es su primer concierto en Gazte Eguna de Mungia, su localidad. Su repertorio consta de diez canciones propias y algunas versiones de la época del rock radikal vasco. La adrenalina de ese día aún se mantiene en el cuerpo, de tal forma que Itziarren Semeak ha pasado a ser una de las bandas más intensas de la escena vasca. Tal es su dinamismo que desde su demo en otoño de 2008 el grupo no ha parado de crecer musicalmente y de ofrecer una actividad discográfica inhabitual en este país tan pequeño y restringido.

En 2010 llega «Bizkaiko golfoak» (Musikherria), primer disco grabado con Kaki Arkarazo, y con el que se patean todo el país. En los últimos cuatro años Itziarren Semeak no ha parado ofreciendo más de 250 conciertos, además de grabar «Lehen lerroan» (Musikherria, 2011), el ep «Basque of Brixtron» (2012) y a finales de año «Dale Candela» (Mauka, 2012), así hasta llegar al actual Revolta (Mauka). Por el medio quedan giras agotadoras, horas de sueño robadas a la noche y el día, diversión, denuncia y diversidad de escenarios desde gaztetxes hasta festivales o fiestas multitudinarias. En noviembre el grupo de Mungia se irá de gira por Sudamérica mediante el festival SUDA-SKA que se celebra en Buenos Aires, Santiago de Chile y Valparaiso. De regreso queda un largo futuro para presentar «Revolta». «Revolta es una actitud. Levantarse contra las injusticias. Agitar las conciencias para provocar el cambio. Una declaración de insumisión para hacer frente a la dictadura del miedo instaurada por una élite económica y política. Y es que, en definitiva, los ciudadanos de a píe somos más y somos dueños de nuestro futuro».

Hace años el primer disco solía ser el mejor de la carrera de una banda. Hoy la historia es al revés, un grupo puede salir con un primerizo disco, por lo que es normal que la experiencia les forme por el camino y que los discos más sobresalientes lleguen con el adecuado plazo de madurez. Itziarren Semeak se encuentran en este punto. Para los músicos es normal y natural que su último disco sea el mejor, sino para qué grabar, pero en el caso de «Revolata» no es necesario que el grupo repita el ritual de justificación, pues el disco es lo más completo que ha creado desde su nacimiento. Por ellos mismos, por la calidad de las composiciones, arreglos y estructura, más las puntuales colaboraciones de gente como Evaristo, Ines Osinaga, de Gose, Juantxo Arakama, de Glaukoma, Olatz Salvador, de Skakeitan, Mandy, de La Jodedera y hasta el propio Kaki Arkarazo, músico y productor del disco, «Revolta» es su disco más notable, mejor ajustado y con brillante trabajo de composición a cargo de Manex Altuna. Surgen canciones pegadizas, ritmos ska, coros punk... Todo mezclado, además,, con sonrisas a la tradición, sonidos mediterráneos y tono latino habanero.

Si «Revolta» es uno de sus mejores temas, no lo es menos el cierre con la espectacular «Habana» (con ese precioso toque melódico de la cubana Mora Silva hacia el final) y «Beti aurrera», una canción himno polvorienta que levantará a futboleros y a amantes del ritmo. Y por el medio siete canciones de similar pegada e inspiración. Complejo situar cada corte por su potencial: «Hasta la victoria», con su incursión en el rapeado, es explosiva. «Revolta» no abre disco por casualidad, su melodía, sus coros, su texto... la convierten en un momento luminoso que no cesa tras la llegada de «Todo es ETA», ska y punk con diferentes tonalidades y pegada de K.O. Un poco de respiro llega con la txirula y una hermosa melodía introduciendo el corte «Nafar erreserbak», que explota al poco tiempo entre el ska, el rock y el poder de los vientos para calmarse con el regreso de la txirula.

La vuelta se la dan a «Ruper ordorika» con «Zenbait bertso xelebre», que deviene en una fiesta popular de calle en calle. El violín de «Boga» se aproxima al Mediterráneo para terminar en fiesta medio punk imparable en medio del mar. «Dabilen herria» se toma un descanso melódico, juega con las texturas y las funciones se reparten. «Karnibal» se inicia con aires del este mediterráneo para terminar en un ska dominado por la melodía de los vientos y los resinosos coros. Regresa el movimiento y el detalle sofisticado con «Sorgin dantza», con la triki y voz de Ines Osinaga y la tralla rockera del final más los vientos, quienes son pura fortuna a lo largo de todo el disco.

LLevan cuatro años muy intensos, ¿esto es lo que se imaginaban tras los primeros ensayos?

Cuando empezamos no pensábamos en nada más que en dar un concierto en Mungia. Después en Bilbo, y todo ha ido así poco a poco. La mayoría de los grupos que se juntaban en el local con nosotros ahora ya no existen. Son pocos los que graban algo, muchos menos los que hacen tres discos y casi ninguno continúa después de más de cinco años en la carretera. Al final, te vas dando cuenta que la música supone un gran esfuerzo, si quieres seguir tienes que dedicarle tiempo y trabajar duro. Desde fuera parece todo como una fiesta continúa, pero hay muchas horas detrás que no se ven. Así todo, merece la pena y vamos disfrutando recorriendo el camino, que en realidad no sabemos a donde nos lleva. Cada día son retos nuevos y mientras haya ganas e ilusión, se puede con todo. Seguimos la filosofía `Do it yourself' sobre todo porque nadie va a hacer por ti lo que tú no haces.

¿En qué aspectos se ha mejorado más como grupo?

Sobre todo en las tablas en el escenario y en saber resolver cualquier imprevisto que pueda suceder en un concierto: aparición de espontáneos o algún fallo técnico. Somos un grupo que siempre ha apostado por la autogestión y hemos ido aprendiendo todo lo que rodea el mundo de la música, sin queriendo. Management, promoción, videos, diseño, altas-bajas, seguridad social, IVA... ¡Uf, mil cosas! Podríamos montar una discográfica o una promotora, jaja. Cada día pasa algo nuevo. Para la grabación de los discos también hemos ido aprendiendo a la hora de componer mejor las estructuras de las canciones y los arreglos. Saber qué es lo que queremos e insistir hasta encontrarlo.

«Revolta» se graba de nuevo con Kaki Arkarazo, parece que tienen en muy buena estima su trabajo... y el estudio.

Es muy bueno, fino en el trabajo y siempre saca lo mejor de nosotros. En este disco, se ha encargado también de la producción y hemos estado preparando las canciones en el local durante meses, pensando los arreglos y estructuras. Por eso, decimos que es el mejor disco de Itziarren Semeak, no porque es el último, sino porque le hemos dado vueltas y vueltas. Por esa se llama también «Revolta».

Las colaboraciones siempre dan dinamismo, ¿se perseguía romper costumbres, tendencias, refrescarse...?

Es un placer ver y aprender de los demás. Como le aportan algo distinto a cada canción, su toque. Queríamos un segundo guitarra, Iñigo F. Ruiz, para darle más color con los arreglos en algunas canciones. Añadir un violín, Iñigo Espiña, teclado para reforzar el skankin, Olatz Skakeitan, o la percusión con Mandy, de La Jodedera. Luego, con Ines Gose, Juantxo Glaukoma y Evaristo, son cantantes que seguimos, nos identificamos con ellos y queríamos que estuviesen en el disco.

Colabora de nuevo Evaristo «Gatillazo», tiene que ser una sensación especial contar con su presencia.

Sí, en 2012 ya cantó en una canción con nosotros, «Bizitzaz bi hitz». Ese día flipamos más ya que pasó por el estudio a grabar una canción para Banda Bassotti y se cascó una hora o más sin callar, haciendo chistes, bromas. Un fenómeno. Esta vez Kaki nos comentó que para «Todo es ETA» sería cojonudo meter a Evaristo al final en el «Ahora que me vais a hacer»y, además, justo este año coincidimos con Gatillazo en Herri Urrats. Hablamos con Fran el técnico de Gatillazo y nos fuimos en pleno agosto a Altsasu a grabar sus pistas en Itxura estudioak. Lo que más nos sorprendió es sus ganas de que la canción quedara bien y sobre todo que estuviese a nuestro gusto, porque no paro de preguntarnos si así nos gustaba o cambiaba la forma de cantar o lo hacía de otra forma.

¿La mezcla de ska y punk es una lucha de estilos o sale sin forzar, sin predisposición alguna?. En realidad, domina el ska, pero se percibe una querencia punk.

Más que por el estilo, ya que prácticamente le damos a todo, nos definimos como banda de ska punk porque con el ska incitamos a bailar, saltar y a la fiesta. La revolución no puede ser aburrida y los «trompeteros» aportamos un poco de alegría entre tanta melancolía y oscuridad que nos llevan al suicidio colectivo de la juventud. No vamos a desistir ni rendirnos, estamos condenados a luchar y vamos a seguir dando guerra. En ese sentido, el punk lo entendemos como una actitud, buscar la provocación, reivindicar la subversión con letras más directas, aunque últimamente andamos leyendo más poesía.

A pesar de que en la alineación estricta solo ha quedado un viento, estos tienen mucho peso a lo largo de todo el disco.

Nos está costando encontrar un once fijo, jaja. En los directos y en el disco han colaborado Mizel y Patxi de Xutik y John Kaiman, que suelen venir a muchos conciertos, pero claro tienen otro grupo. La verdad es que Mizel se lo ha currado mucho y su aportación es de sobresaliente, en los solos, tocando arriba... Tiene una facilidad impresionante con la trompeta al igual que Patxi con la gaita. Es un honor haber contando con ellos. Irkus y Kaiman también se han superado con las melodías, arreglos... Los demás también -Ibon y Jebi- han estado todo el año dándole al bajo y a la cabeza. Luego hay que destacar que es la primera grabación a la batería de Alain, que tiene poco más de veinte años, y se lo ha currado mucho.

«Habana» les acerca a los ritmos latinos, ¿es una tendencia a continuar o fue fruto exclusivo de la propia letra?

Es un homenaje a Cuba, a La Habana. La canción es nuestra. Mora es la compañera-pareja de Kaki Arkarazo, que es cubana y le propusimos que cantara. Hace las voces del final. En diciembre de 2012 hicimos una gira por la isla y nos marcó. Siempre nos ha atraído el Caribe, la música y la forma de vivir. Dar importancia a las cosas que te hacen sentir en la vida y no tanto a lo material. En La Habana vimos de cerca las contradicciones de la revolución, pero te queda un sabor dulce. Una gira que siempre recordaremos. Iremos poco a poco incorporando la canción a los directos. El batería nuevo se amolda perfectamente a los ritmos latinos y quizá nos cuesta más al resto, soltarnos al tocar y no parecer un poste.

La portada, el cuadernillo, el diseño... es muy colorista, un excelente trabajo de luz y color que rompe con el pasado.

Está basado en un cuadro de Jose Ordorika. Decidimos que el disco se iba a llamar «Revolta», por la necesidad que vemos de cambiar las cosas. Somos, de paso, los primeros que hemos cambiado, con otros miembros. Luego la forma de hacer las cosas recurriendo a Kaki en la producción a los vientos y a otros músicos. Asimismo, en vez de meter una fotografía nuestra en la portada, al igual que en los últimos cuatro discos, hemos optado por dar voz al arte. El cuadro estaba en la sala de la casa de nuestro padres y nos vino a la cabeza que reflejaba perfectamente la realidad en la que vivimos. Un mundo codificado por los «mass media», con gobernantes que manejan a su antojo mientras se nos educa desde la infancia a no revelarse bajo la amenaza de la `legítima' violencia de las fuerzas de seguridad del Estado que defienden los intereses de los poderosos.