Raimundo Fitero
DE REOJO

Tercera

Si todo va bien, ¿cómo es posible que haya más paro, menos parados cobrando prestaciones, más personas en el umbral de la pobreza y crezca la deuda pública hasta cerca del cien por cien del PIB? Son las paradojas de los tiempos pre-electorales. Hay que vender recuperación, optimismo, presentar presupuestos falseados, contabilidades imaginativas para que los telediarios puedan ejercer su labor de anestesia basándose en unos supuestos datos técnicos, tan subjetivos como un sueño erótico en una siesta robada a este otoño estival. Cuando el jacarandoso ministro Montoro ocupa muchos minutos de los informativos es que algo se está tramando contra todos nosotros.

¿De verdad se ganan las elecciones con programas económicos o simplemente hay que decir que los resultados contables son buenos para conseguir destacarse en las encuestas? O lo contrario, augurar fracasos interminables, caídas en la más absolutas de las simas económicas para desgastar a los gobiernos ¿es una buena táctica electoral? Andamos en una situación de contradicción absoluta porque según dónde mires la sensación es la contraria a la otra. Pero, ¿hay argumentos que sujeten una posición u otra? Parece que todo son unas consignas que se amalgaman para abrir grietas por donde entre esa hija de la gran puta llamada esperanza que tantos problemas de inacción provoca en las poblaciones en dificultades serias.

Porque en otras plataformas de desinformación se nos indica que Europa entra en la tercera recesión. Y lo están sufriendo Francia, Gran Bretaña y Alemania. De ser así, la cosa está bien jodida. Es una pandemia imposible de curar con recetas de parafarmacia económica. Se necesitan diagnósticos y tratamientos de índole política y ahí es donde todo se iguala, en donde se han empeñado en que no existan desviaciones, que apliquen todos la misma pomada aunque irrite. Hemos visto reproducida una viñeta en un periódico inglés de referencia en la que se ve a todos los países de la Unión Económica Europea convertidos en cerdos (PIGS eran los países del sur en dificultades extremas), cuidados (es un decir) por un pastor alemán. ¿A la tercera será la vencida y desaparecerá esta Europa?