Martxelo DÍAZ
RECRECIMIENTO DE ESA

La CHE dice que «la seguridad es lo primero» en las obras de la nueva presa

La seguridad es lo primero», proclamó el presidente de la CHE desde la actual presa de Esa al anunciar que ya están en marcha las obras de la nueva presa para el recrecimiento. «Preferimos seguridad a cumplir con los cronogramas», añadió Xavier de Pedro.

Para el presidente de la CHE, ya no hay problemas de deslizamientos en la ladera derecha sobre la que se asienta la presa. Volvió a repetir que se debieron a las intensas lluvias e insistió en que ya está todo solucionado. Y junto a ello, mostró su esperanza en que los vecinos de las urbanizaciones Lasaitasuna y Mirador de Yesa puedan recibir las indemnizaciones antes de fin de año tras perder sus casas.

«Nunca se puede descartar que surjan nuevas complicaciones, pero estamos preparados, estudiando siempre el entorno de la presa», agregó De Pedro.

Preguntado por si tenía algún mensaje para las localidades, como Zangoza, situadas aguas abajo de la presa, De Pedro respondió que «estén tranquilos».

«La presa les va a dar más seguridad. Incluso ya ha evitado inundaciones», añadió el presidente de la CHE. Se refería a lo sucedido en febrero de 2013, cuando hubo que desalojar las urbanizaciones y los alcaldes de la zona mostraron su malestar porque no se les informó de la riada. El alcalde de Zangoza, Ángel Navallas, se reafirmó entonces en la petición de paralización de las obras, tal y como aprobó el Pleno en 2011. El presidente de la CHE añadió ayer que la construcción de la nueva presa contribuirá a la estabilidad de la ladera.

De Pedro quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos de la zona. Pero tanto ellos como sus alcaldes lo tendrán que leer en los medios de comunicación, porque no estuvieron invitados a la visita que se organizó ayer a la presa y a la planta de áridos de Sigüés.

Quienes sí estuvieron fueron los regantes, con el presidente de la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas, José María Vinué, a la cabeza. Estaban satisfechos por el anuncio del comienzo de las obras y abogaban por que fueran lo más rápido posible.

«Los pasos que se están dando son en beneficio de todo Aragón y Navarra», proclamó Vinué, quien añadió que el recrecimiento de Esa les permitirá realizar «grandes inversiones» para optimizar los regadíos, «que tienen más de 50 años y se han quedado obsoletos». Defendió que podrán producir «el doble de kilos por hectárea», a pesar de que hay estudios que consideran innecesario el recrecimiento con la construcción de varios pantanos laterales más pequeños.

De Pedro también subrayó la importancia que tendrá Esa recrecido para el regadío, además de para el control de avenidas y el suministro de agua a la ciudad de Zaragoza, lo que también ha sido puesto en cuestión.

«Hay, ha habido y habrá»

Iker Aramendia, portavoz de la plataforma Yesa + No de Zangoza, mostró, en declaraciones a GARA, su disconformidad con las palabras del presidente de la CHE: «Ha habido problemas, los sigue habiendo y, lamentablemente, los seguirá habiendo».

Junto a ello, recordó que la política de la CHE ha sido habitualmente la de negar la existencia de deslizamientos provocados por las obras del recrecimiento. «Hasta que no tuvieron que evacuar apresuradamente Lasaitasuna y Mirador de Yesa no reconocieron que existía un problema», subrayó.

Asimismo, denunció que la CHE no hace pública la información de los inclinómetros instalados en el entorno de la presa. «Si tanta seguridad hay, que den esa información y podremos comprobarlo todos. Pero siguen ocultando esos datos», subrayó.

El Gobierno español destinará este año una partida de 24,8 millones de euros para el recrecimiento de Esa. Es una de las escasas inversiones que se realizarán en Nafarroa, junto al Canal de Navarra.

El recrecimiento de Esa es la obra que más desviación ha tenido en el Estado. Inicialmente estaba presupuestada en 113 millones de euros, pero ha llegado a los 400 millones, en buena medida debido a las obras de cimentación para sujetar los deslizamientos de la ladera derecha que ha habido que acometer urgentemente.

Pese a ello, De Pedro insistió en destacar la «clara rentabilidad de esta obra», que, según manifestó, está previsto que concluya en 2018. «Es un trabajo que va por zonas y que requiere un trabajo minucioso, que va a ser un poco lento», señaló.

En cualquier caso, el presidente de la CHE mostró su esperanza de que en cuatro o cinco meses pueda ya completarse la compactación de toda la longitud de la nueva presa, que se instalará justo delante de la actual, que quedará sumergida por las aguas, como buena parte de las tierras de la Chacetania aragonesa.