Al término de la reunión, el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, y el director de Recursos Humanos, José María Armentia, afirmaron que las 474 plazas de las OPE son el «límite máximo» para «garantizar la seguridad jurídica» y no superar la tasa de reposición autorizada por el Gobierno español, de manera que la convocatoria no pueda ser recurrida.

Armentia declaró que el Departamento de Salud, «aunque se rige por la responsabilidad en la gestión de los recursos, está en disposición de hacer una oferta de plazas mayor», pero «no tiene intención de meterse en aventuras que no se sabe adónde van a llegar», ni de crear «falsas expectativas». Por ello, insistió en que la OPE solo podría ampliarse si el Ejecutivo del PP aumenta la tasa de reposición, como hizo recientemente al elevarla del 10 al 50%.

A esas 474 nuevas plazas, Osakidetza quiere sumar otras tantas de promoción interna para favorecer al acceso a puestos de categoría superior a los trabajadores de plantilla del Servicio Vasco de Salud.

Los responsables sanitarios, que en su intervención reiteraron una y otra vez que quieren negociar con los sindicatos las bases de las convocatorias, calcularon que estas dos OPE podrían desarrollarse de manera conjunta en el segundo semestre de 2015.

Armentia y Etxeberria plantearon también a la parte social iniciar un expediente de ampliación del personal de cien plazas, de manera que la plantilla estructural pase a 25.907 personas.

Más bajas que altas

Tras el encuentro, los sindicatos anunciaron que mantienen el calendario de movilizaciones porque la OPE no evita la «destrucción de empleo», ya que, por ejemplo, cada año hay entre 500 y 600 jubilaciones en Osakidetza.

En este sentido, el representante del sindicato ELA Peio Igeregi reclamó que la convocatoria de empleo contemple al menos 1.200 plazas «para empezar a hablar».

Desde LAB, Edurne Agirre reivindicó la vuelta a las 35 horas semanales y que se cubran todas las sustituciones, al tiempo que emplazó el resto de centrales a mantener «una postura más radical» tras el «éxito» de las concentraciones celebradas ayer en los centros sanitarios.

Iñigo Garduño (CCOO) advirtió de que el 12% de la plantilla tiene entre 60 y 64 años, por lo que plantear una OPE de 474 plazas es «un parche», cuando hay además 8.000 trabajadores eventuales. Por su parte, la representante de UGT Ana Vázquez vinculó la propuesta de OPE con la cercanía de las elecciones forales y municipales del año que viene. Inmaculada Aresti (Satse) criticó que las 474 plazas son «insuficientes» y no cumplen con las expectativas.

Ante esta situación, las centrales seguirán adelante con los paros de noviembre y diciembre. El primero será el 6 de noviembre y constará de cuatro horas por turno en los tres territorios. Después habrá huelgas de jornada completa en cada territorio los días 13 (Araba), 20 (Gipuzkoa) y 27 (Bizkaia). El último paro está convocado el 4 de diciembre en la CAV.