El cine de terror nórdico tiende más al realismo y el ambiente intimista, máxime después del éxito internacional alcanzado por la película sueca «Déjame entrar». Lo que allí era un tratamiento del mito vampírico desde la cotidianidad, en «Cuando despierta la bestia» lo es con respecto a la licantropía, mediante un caso referido a una mujer-lobo en lugar de a la tradicional figura del hombre-lobo.

La película del danés Jonas Alexander Arnby ha conseguido llamar la atención en los festivales especializados, por la forma en que retrata el clima opresivo de una pequeña comunidad costera, donde la protagonista se siente excluida socialmente a causa de su enfermedad, contemplada a través de viejos tabúes y supercherías.