Raimundo Fitero
DE REOJO

Ciclos

Edades. Épocas. Tramos. Trancos. Maneras de estabular la vida, la historia, la memoria o la desgracia. ¿Por qué no hablamos del tiempo ahora que estamos palpando la irregularidad constante de la climatología estacional? La culpa, aseguran, es de El Niño. Siempre hay un culpable a mano para no aceptar la realidad y comprender que estamos provocando el final de un ciclo que no puede tener buenas consecuencias. La Tierra se está quejando. Los dioses nos amenazan. Los políticos están en otros asuntos, aunque da la sensación de que todos nos roban lo que pueden.

Ha aparecido en nuestras pantallas Ana García Obregón, la bióloga. Rozando los sesenta años asegura que ella no tiene la menopausia. Y da lecciones de biología aplicada. Lo más importante que nos comunica es que se ha comprado dos trajes de protección contra el ébola. Tiene miedo al contagio. Puede parecer una superficialidad supina, pero estos personajes ayudan mucho a la venta de analgésicos. Llegó a Nueva York el ébola y su alcalde sale a las pocas horas a dar la cara y a ofrecer un mensaje en varios idiomas para informar y tranquilizar a la población. En el estado español el ébola llega en avión bajo las faldas de los curas, se entierra en silencio y se miente a coro. Es un ciclo de inoperancia y sustitución de la ciencia por la magia.

De repente se registra la casa del pequeño de los Pujol, un avispado financiero que tiene cuentas e inversiones por todo el globo. Decenas, quizás centenares de policías de todos los ramos investigando hasta el último cubo de basura. Está bien, es lo lógico. Pero, ¿han entrado por casualidad a la casa de Bárcenas, a las sedes varias del PP donde se han detectado irregularidades varias, a la de Cotino o tantos y tantos supuestos miembros de la banda que encabeza Rajoy? Pues no. Ni a ninguna de Miguel Blesa, que ahora se sabe que su avaricia era absoluta, cobraba también por asistir a los consejos de administración de las empresas participadas por Caja Madrid. Insaciable. Este tipo debería pasar un ciclo en Soto del Real, de donde salió reclamando justicia y cargándose al juez atrabilario, Elpidio Silva. Estas son la series que vemos en la tele.