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Guerra de desgaste en Kobane ante el retraso de los apoyos a los kurdos

La falta de apoyo efectivo -armamento pesado- a las fuerzas kurdas que resisten en Kobane convierte la batalla por esta ciudad en una guerra de desgaste, según los representantes kurdos. Turquía anunció la intervención de 1.300 insurgentes sirios del ELS, frente a la que los kurdos se muestran escépticos, y ha limitado a 200 los refuerzos de los peshmerga del Kurdistán iraquí, que aún no han llegado.

El líder del Partido de la Unidad Democrática (PYD), Sale Moslem, afirmó ayer que la batalla por la ciudad de Kobane se convertirá en una guerra de desgaste a menos que los kurdos reciban ayuda para frenar al Estado Islámico (EI). «Será el desgaste de ambos lados lo que determine el resultado a menos que cambie algo en la situación», afirmó Moslem.

Desde hace más de un mes las fuerzas kurdas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) se enfrentan con armas ligeras a miles de yihadistas del Estado Islámico (EI) que asedian la ciudad con tanques y vehículos blindados. Los ataques aéreos que lidera EEUU han frenado el avance del EI en los últimos días, pero los kurdos siguen esperando armamento pesado.

Moslem, que dijo temer un ataque con armas químicas de EI, señaló que «si recibiéramos armas más potentes que fueran capaces de golpear los tanques y los vehículos blindados que usan, podríamos dar un cambio cualitativo en la batalla».

Además reiteró la acusación a Ankara de apoyar al EI diciendo que había hecho la vista gorda cuando 120 milicianos cruzaron la frontera desde Turquía a principios de esta semana.

Cuestionada ayuda del ELS

Turquía rechaza enviar o permitir cualquier ayuda a las YPG, a las que vincula al PKK, organización que considera «terrorista». Ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que el PYD había accedido al paso de 1.300 combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS) que combate al Gobierno sirio, para hacer un frente común en la defensa de Kobane. Pero Moslem negó que se hubiera alcanzado un acuerdo y acusó a Erdogan de querer crear confusión, aunque indicó que han «establecido conexión» con el ELS.

«En mi opinión, si verdaderamente quieren ayudar, sus fuerzas deberían abrir otro frente en Tel Abyad o Jarablus», afirmó , en alusión a otras dos localidades fronterizas.

El presidente turco ya había abogado anteriormente por sumar a la facción rebelde a la defensa de la localidad fronteriza, con lo que llevaría a las fuerzas afines a Ankara a territorio kurdo, pero incluso este apoyo es aún hipotético. Moslem reprochó a Turquía su inacción: «Cuando mantuve encuentros en Turquía, esperaba que llegasen aquí en 24 horas. Ha pasado más de un mes y seguimos esperando». Asimismo, Kobane espera aún el refuerzo de las fuerzas kurdas de Irak, los peshmerga, que Turquía ha autorizado pero ha limitado a un máximo de 200 combatientes, lo que la convierte en una ayuda poco más que simbólica.

El EI intentaba ayer de nuevo avanzar hacia el puesto fronterizo de Mursitpinar, la única salida de la ciudad, con disparos de mortero. Uno de ellos cayó en territorio turco, a solo 200 metros de los soldados turcos.

Los yihadistas atacaron también una colina bombardeada la víspera por EEUU, donde la bandera de las YPG había sustituido a la yihadista. Según responsables militares estadounidenses, los combatientes kurdos podrían resistir la ofensiva del EI en Kobane con el apoyo de los bombardeos. En la última semana apenas ha habido cambios en las posiciones, lo que confirma la guerra de desgaste que temen los kurdos. Igualmente, y bajo anonimato, afirmaron que en Irak el Ejército será incapaz de lanzar una gran ofensiva para recuperar el territorio perdido a manos de los yihadistas, al menos durante varios meses.

Pese a los bombardeos, y con los militares iraquíes a la defensiva, el EI ha seguido avanzando en Irak y en el norte ha vuelto a asediar el monte Sinjar, donde se refugiaron miles de yazidíes. Más al sur se apoderaron de otra zona de la provincia de Al-Anbar, que ya controlan casi totalmente.

Nueva York

Un hombre, supuesto yihadista, atacó a varios policías con un hacha en plena calle en Nueva York, y posteriormente fue abatido a tiros. El atacante había publicado un vídeo en una web pro-EI en la que afirmaba que «la yihad es una respuesta justificable a la opresión de sionistas y cruzados». El hecho ocurrió al día siguiente del ataque de un asaltante islamista contra el Parlamento canadiense.

Tres muertos pese al optimismo de Ankara sobre el proceso de paz

Tres presuntos miembros del PKK murieron ayer en un tiroteo con fuerzas del orden turcas en la provincia de Kars. Según informaciones oficiales, un grupo de cuatro guerrilleros atacó una planta hidroeléctrica en Kagizman, cerca de la frontera con Armenia. La gendarmería turca envió efectivos a la zona y en un tiroteo murieron tres guerrilleros, mientras que el cuarto logró escapar. El ataque se produce poco después de que el encarcelado líder del PKK, Abdullah Oçalan, afirmara que ha aumentado su confianza en la viabilidad del proceso de paz con el Estado turco y hablara de «una nueva fase». A la vez, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró que el proceso de paz podría resolverse en unos pocos meses, según el diario turco «Hurriyet». «Hay una 'hoja de ruta' que ha sido designada. Si todas las partes, particularmente los segmentos involucrados en el proceso, hacen su parte, el punto deseado podría alcanzarse en un periodo corto, dentro de los próximos meses. Nuestra postura es abierta y está clara. Hemos dado los pasos requeridos y estamos decididos a dar más. Por supuesto, este tipo de procesos no funcionan de forma unilateral», añadió. GARA