Iñaki IRIONDO

La zona del agujero en Hernialde tiene problemas de sostenibilidad

Técnicos con conocimiento tanto de las obras de la «Y vasca» como de la zona donde el pasado 7 de octubre se produjo el enorme agujero sobre el túnel de Anoeta, aseguran que lo ocurrido es más grave que la apertura de una mera chimenea, puesto que toda la zona tiene problemas de sostenibilidad, que obligarán a hacer nuevos planes de obra. Entre tanto, los alcaldes de las inmediaciones denuncian la falta de información por parte del Gobierno y ETS.

Mientras el Gobierno y Euskal Trenbide Sarea informan de que el problema suscitado por el enorme agujero abierto sobre el túnel de Anoeta está resuelto, técnicos conocedores de la obra y del terreno, consultados por este diario, sostienen que todavía queda mucho por hacer y que los trabajos en el interior habían comenzado a encontrarse con dificultades antes de que el 7 de octubre se produjera el inicio del derrumbe.

Las obras del túnel de Anoeta, de 1.370 metros de longitud, se están acometiendo desde una sola boca, cuando lo habitual es que los túneles se trabajen desde ambos extremos para hacer el cale en el centro.

Según fuentes conocedoras de los trabajos, la primera fase se desarrolló con normalidad, al encontrarse con «buena roca», lo que garantiza la seguridad.

Sin embargo, en la fase final, la composición del terreno cambió y la empresa responsable de la obra empezó a ser consciente de que iba a tener mayores dificultades.

El derrumbe que se produjo el pasado 7 de octubre y que afortunadamente no produjo daños humanos, no obedece -según estas fuentes- a la aparición de un estrato de tierra blanda entre rocas, lo que puede dar lugar a una chimenea, sino que el conjunto del terreno bajo el que se está excavando el túnel presenta problemas de sostenibilidad.

Se trata de terreno kárstico, según explica otra fuente, como todo el macizo de Hernio, lo que hace que se trate de una «zona de alto riesgo» para la ejecución de este tipo de trabajos.

En la actualidad la obra está parada, puesto que se requerirá la realización de nuevos estudios, y el terreno no está aún asentado, como lo demuestra que la carretera entre Hernialde y Tolosa se mantenga cerrada, sin que se sepa hasta cuándo.

Estudios geotécnicos

Las obras en el tramo guipuzcoano de la «Y vasca» se acometen con varias deficiencias en sus estudios geotécnicos, que conllevan que durante los trabajos surjan «sorpresas» que obligan a realizar nuevos estudios y encarecer su coste. Y eso es lo que va a ocurrir en este caso.

La consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, justificó ante el Parlamento que los estudios no fueran lo suficientemente exhaustivos en las dificultades que la amenaza de ETA y la oposición vecinal a las obras pusieron a la realización del número de catas suficientes.

Los alcaldes de la zona denuncian que ni el Gobierno ni ETS les ha informado de nada

Los alcaldes de Tolosa, Hernialde y Anoeta ofrecieron ayer una rueda de prensa en el terreno en el que se produjo el agujero para mostrar su malestar ante la falta de información sobre las afecciones que las obras del Tren de Alta Velocidad están causando en estos municipios.

En las más de dos semanas que han transcurrido desde que se produjo el derrumbe de más de 3.000 metros cúbicos de tierra, ni el Gobierno ni Euskal Trenbide Sarea se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Hernialde, municipio al que pertenece el terreno. La poca información obtenida ha sido a través de la empresa que ejecuta la obra.

La alcaldesa del municipio, Igaro Balda, acompañada de los alcaldes de Tolosa y Anoeta, Ibai Iriarte y Pedro Mari Estanga, denunció ayer nuevamente que «existe una carencia de información en torno a este proyecto faraónico, y este último suceso demuestra la falta de respeto de Adif, Eusko Trenbide Sarea y el Gobierno Vasco hacia los ayuntamientos, los propietarios de los terrenos y los afectados en general».

Añadieron que «el agujero se ha producido en un prado, pero en cualquier momento puede tragarse un caserío. Y todavía nadie nos ha dado ninguna explicación sobre lo acontecido y no sabemos si puede suceder lo mismo en algún otro lugar».

Los representantes municipales insistieron en la necesidad de una moratoria en las obras del TAV.

Por su parte, Tolosaldeko AHT Gelditu! Elkarlana hizo público un comunicado en el que denuncia la actuación del Gobierno de Lakua, de no informar sobre lo ocurrido, primero, y restarle importancia cuando se conoció. Exige la paralización del proyecto que tiene también otras afecciones. GARA