Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR EMPATA EN IPURUA

El Eibar tropieza con la misma piedra

Un error defensivo permitió al Granada adelantarse a los ocho minutos de partido. Los azulgranas reaccionaron para hacerse con el juego y las ocasiones pero no pudieron salvar más que un punto.

EIBAR 1

GRANADA 1

Una, dos y también tres. Llegó el Granada a Ipurua y el Eibar tropezó con la misma piedra que tanto daño le había hecho ya ante Deportivo y Levante. Gol tempranero del rival, noventa minutos de lucha titánica y, entre los tres partidos, apenas dos puntos sumados. No se echan en falta todavía los que han volado, con el equipo a una distancia prudencial de la zona de peligro pero no cabe duda de que las malas costumbres pueden acabar pasándole factura.

No era precisamente la idea con la que llegaban los armeros a la cita. Lejos de recrearse en la loable actuación firmada en el Camp Nou, Gaizka Garitano y sus hombres habían preferido subrayar los errores que también se cometieron frente al Barcelona para evitar un exceso de azúcar y el consiguiente empacho en una cita bastante más trascendente que la de la semana anterior. El equipo retomaba su Liga, con uno de esos partidos que pueden resultar cruciales en el balance final, y lo hacía con el convencimiento de que la victoria que se les resiste en Ipurua desde la primera jornada de Liga, debía llegar.

Pero, una vez más, las ilusiones se enfriaron pronto. Por quinta vez esta temporada, el Eibar se veía por detrás en el marcador. Y a las primeras de cambio, como ya sucediera frente a Deportivo o Levante. Más doloroso aún, solo una semana después de aguantar sesenta minutos ante uno de los ataques más poderosos del planeta, el mazazo lo daba un rival en horas bajísimas -con cuatro derrotas consecutivas a sus espaldas llegaba el Granada al estadio eibarrés- y con los aficionados todavía acabando de acomodarse en su asiento. Ocho minutos de partido, buen balón al área, error flagrante de Abraham y Nyom, completamente solo en el área, bate a Xabi de disparo cruzado con John Córdoba esperando, por si acaso, junto a la línea.

Ipurua se quedó mudo durante unos instantes. Y el Eibar enfangado durante algunos minutos. Si el plan, gol tempranero a domicilio, resulta apetecible para cualquier equipo, a uno dirigido por Joaquín Caparrós le acerca al paraíso. Muy poderosos físicamente y bien adoctrinados en el «otro fútbol», los rojiblancos se pararon, especularon, cortaron, protestaron..., pero también corrieron y pelearon. Todo lo que hiciera falta para proteger su tesoro. Asu anfitrión no le quedó otra que asumir que volvía a enfrentarse a una dura tarea, que hasta la fecha le había dado pocos frutos -solo ante el Levante había sido capaz de rascar un punto tras comenzar perdiendo-, y armarse de paciencia para encontrar la manera de desenredar la maraña granadina.

Con el paso de los minutos, al tiempo que iba encerrando a los andaluces en su parcela, se fue convenciendo de que podía. Y no tardó demasiado en confirmarlo. Amagó en el 24, con un gol de Piovaccari que Mateu Lahoz anuló por falta a instancias de su linier -segunda celebración que le congelan esta temporada al italiano- pero tuvo que esperar hasta el 38, para que el propio delantero de Gallarate cediera la pelota con el pecho y Eneko Bóveda empalmara un derechazo desde la frontal que se coló por toda la escuadra. Uno de esos golazos a los que también parece haberse acostumbrado el Eibar y que le acercaban a la posibilidad de la remontada.

Como lo estaba haciendo su juego ya para entonces y más a partir del empate. Porque la recta final del primer tiempo y el segundo al completo, aunque el cansancio fue haciendo mella en la recta final, fueron locales al cien por cien. Con el Granada muy alejado de Xabi y la confianza en sus posibilidades cayendo en picado, el juego, el balón, el ritmo y las ocasiones fueron, prácticamente sin excepción, para el Eibar.

Un par de buenos remates de Piovacarri, un balón de Bóveda, un buen disparo de Capa... Las ocasiones se sucedieron pero el tiempo se consumía sin que el marcador volviera a moverse. Intentó forzarlo Garitano con la entrada de dos artistas, Del Moral y Dani Nieto, pero tampoco funcionó. El Granada se marchó vivo e Ipurua tendrá que seguir esperando para volver a celebrar un triunfo.

«Es el mejor partido que hemos hecho en Ipurua pese al error en el gol»

Se repitió la historia y se repitió el resultado de Gaizka Garitano, que salió de Ipurua apenado por el resultado pero satisfecho por el trabajo y el juego de su equipo. Con una excepción, el gol del Granada, que reconoció fruto de un error imperdonable.

«Tengo sensaciones contradictorias -admitió el técnico azulgrana-. No estoy contento por el resultado porque creo que hemos sido mejores que el Granada y creo que si ha habido un equipo que ha merecido ganar, ha puesto juego y ha tenido ocasiones, hemos sido nosotros. Pero ellos son muy fuertes, muy físicos y al final si nos hubiéramos ido muy arriba, habríamos corrido muchos riesgos. Así que pensaremos que hemos salvado un empate y seguimos sumando». Aseguró Garitano que «he visto al equipo mejor que nunca, cerca de lo que queremos que sea el Eibar», hasta el punto de considerar que el de anoche «es el mejor partido que hemos hecho en Ipurua. Contra la Real ganamos pero creo que este ha sido el mejor, yo por lo menos he visto muy bien al equipo».

Con una excepción, la jugada del gol del Granada. «En Primera no se puede encajar ese gol -aseguró-, ha sido un error grave, no podemos cometer esos errores. Luego el Granada es un equipo muy fuerte y ha sacado todo lo que tenía. Pero es cierto que ha sido un error grave, no creo que lo hayamos cometido nunca en estos dos años y pico». Lo cierto es que, al margen del error concreto, este no es el primer partido que se le pone cuesta arriba al Eibar a las primeras de cambio. Ya le sucedió contra Deportivo y Levante, ante los que la escuadra armera tampoco fue capaz de remontar. «No estoy contento con cómo estamos empezando -confesó el vizcaino-, entramos con una marcha menos, con unos despistes muy graves». Insistió en que «no recuerdo que nos hayan hecho un gol como el de hoy pero a partir de ahí el equipo ha volado, le he visto muy bien. Eso tenemos que hacer, seguir en esta línea, aunque mejorando los inicios de partido».

Joaquín Caparrós, por su parte, se reconoció satisfecho por haber roto la mala racha del Granada en un partido «muy disputado y muy intenso. Con el Eibar, si no juegas al nivel que exige y sintonizas su dial, es difícil salir vivo. Hemos estado acertados, aunque es difícil controlar todas las situaciones, de hecho hoy los dos goles los han marcado los laterales. En la segunda parte hemos tenido suerte en un par de jugadas que han podido ser gol pero también estoy contento porque hemos competido hasta el final, que es imprescindible contra el Eibar y que era lo que estábamos necesitando».