El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, y el director general, Ignacio Sánchez-Asiain, no ocultaron su satisfacción de ser el banco más solvente del Estado español, según el test de estrés formalizado por el BCE, y el decimocuarto de la UE, «sabiendo que los bancos que nos anteceden son bancos públicos, con capacidad de comprar de deuda pública y transformarla», precisaron.

Fernández destacó que los tres últimos exámenes «hemos salido vencedores». Anunció que «tenemos un exceso de provisiones de 800 millones netos», que el director general alargó a 901 millones brutos. Justificaron el excedente tan importante, en que ha detraído recursos a la Obra Social y otras actividades, en la necesidad de garantizar la prudencia porque «somos ya un banco europeo desde el 1 de enero y desde el 4 de noviembre nos controlará el BCE».

El presidente de Kutxabank se mantuvo en su línea de dar entrada a inversores privados, como ya lo comentó en febrero y reiteró en marzo, y mantuvo que con las transformaciones de las cajas de ahorros en fundaciones bancarias privadas «conservamos el derecho a decidir».

Anticipó, sin embargo, que esta semana o la próxima el Banco de España va a fijar en una circular las cantidades que serán necesarias para el fondo de compensación en caso de que las fundaciones bancarias quieran mantener una posición dominante en el capital social o, por el contrario, decidan desinvertir y permitir la entrada de inversores privados en el plazo de cinco años.

Fernández dijo que expondrá las posibilidades a las tres fundaciones bancarias, una vez que entren en funcionamiento. A su juicio, cabe la posibilidad de salir a bolsa o decidir «de una manera controlada» esa desinversión, que siempre la ha situado en un 70% del capital de Kutxabank. Esa decisión, según dijo, permitiría invertir «en acciones de Iberdrola, por ejemplo, para garantizar la Obra Social. Tendríamos dos fuentes de financiación».

Sobre la Obra Social dijo que las circulares del Banco de España determinan que no se puede destinar más del 25% del dividendo. Sin embargo, en la circular del 2014 se habla de recomendación y se explicita un porcentaje de solvencia, que Kutxabank supera en los tres test de estrés que se han realizado, como confirmaron los máximos responsables de Kutxabank en la propia rueda de prensa. Es un elemento recurrente de Fernández, pero que no se ajusta a la realidad.

Criticaron que «hemos perdido un año discutiendo sobre el sexo de los ángeles» en relación a la conversión en fundaciones bancarias privadas de las cajas de ahorros.

El presidente dijo que «es una obligación» y pasó de puntillas sobre la propuesta de la Diputación de Gipuzkoa «que llega a la conclusión de que es necesaria la fundación ordinaria». A su juicio, «no se podía hacer, porque estamos obligados», aunque admitió a lo largo de su comparecencia que el nuevo escenario supone que las fundaciones bancarias no tengan el capital dominante.

Por ultimo, censuró y tachó de «asalto» el uso de las «tarjetas black» por parte de la mayoría de miembros del consejo de administración de Caja Madrid, y afirmó que en el banco vasco «no existe ese problema».