M. I. DONOSTIA

Se estrena dos años más tarde «John muere al final»

Han pasado doce años desde que se estrenó la anterior realización de Don Coscarelli, la genial e inclasificable creación terrorífica «Bubba Ho-tep», de la que nunca ha podido llegar a hacer su prevista continuación «Bubba Nosferatu». En el 2012 estrenó sin fortuna la película que ahora nos llega con dos años de retraso. No hay derecho a cómo tratan la industria y la distribución a algunos cineastas, por el mero hecho de que sean objeto de un culto marginal. Al hombre no le queda otro remedio que vivir de las rentas de su mayor éxito «Phantasma», ya que «El señor de las bestias» no tuvo la vida comercial que merecía.

Ante tanta desconsideración, Coscarelli, lejos de arrojar la toalla, opta por salirse con la suya despachándose con una película que es una locura y que solo sus seguidores más agradecidos sabrán apreciar. «John muere al final» es una de las obras más delirantes y lisérgicas que ha dado la historia del cine. Y si no es tenida en cuenta, es porque Coscarelli, evidentemente, ni es Cronenberg ni tampoco lo pretende. Su sentido del humor, así como su concepción del género fantástico, son mucho más de cine de bajo presupuesto que no tiene complejos, ni los disimula. Adapta una novelucha de un tal Jason Pargin, escrita bajo el seudónimo de David Wong, que es el nombre ficcional del protagonista de esta aventura alucinógena con la droga «salsa de soja».