GARA FERGUSON
Exculpado el policía que mató a Michael Brown

Estalla la ira en Ferguson y el debate sobre la discriminación en EEUU

La decisión del gran jurado de Misuri de no procesar al policía que mató en agosto al joven negro Michael Brown en Ferguson desató la ira de la población afroamericana y los manifestantes quemaron edificios, saquearon comercios y dispararon contra policías. El abogado de la familia calificó el proceso como «totalmente injusto», a la vez que EEUU vuelve a mirarse en el espejo de la discriminación racial institucionalizada, que ayer denunció la propia ONU.

El fantasma de la discriminación racial en EEUU ha resurgido después del veredicto del gran jurado de Misuri, que exculpó al policía blanco que mató a Michael Brown, un joven negro desarmado, el pasado agosto.

Nada más conocerse la decisión estallaron violentas protestas en la ciudad de Ferguson y, de Seattle a New York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades, miles de estadounidenses salieron a las calles para denunciar «el racismo que mata». «Sin justicia no hay paz» gritaron los manifestantes.

Según el jefe de la Policía del condado de San Luis, Jon Belmar, al menos 80 personas fueron detenidas durante una noche en la que se vivieron batallas campales y multitudes enfurecidas incendiaron edificios y coches y saquearon negocios, mientras la Policía, reforzada con la Guardia Nacional y el FBI, respondía con gases lacrimógenos.

Al menos una docena de edificios fueron incendiados por los manifestantes en Ferguson y los alrededores. «Lo que he visto esta noche es probablemente peor que la peor noche que tuvimos en agosto», subrayó el jefe policial. Otras 29 personas fueron detenidas en Nueva York.

El abogado de la familia de Brown, Benjamin Crump, denunció como «completamente injusto» el proceso. Acompañado por los padres de Brown, criticó la actuación del fiscal Robert McCulloch por su poco interés en llevar adelante la acusación. «Un estudiante de derecho hubiera hecho mejores preguntas» que McCulloch, dijo el abogado.

La muerte de Brown ha reavivado el debate sobre la actitud de la policía y las relaciones raciales en EEUU. Incluso la ONU expresó su preocupación por el «desproporcionado» número de jóvenes negros a los que mata la policía así como por el alto número de negros en prisión y condenados a muerte. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Husein, pidió a las autoridades que actúen para responder a la creciente desconfianza respecto a la Justicia y a los sistemas de aplicación de la ley. Recordó que diversos organismos, entre ellos varios de la propia ONU, han denunciado una «discriminación institucionalizada» en EEUU.

La calle principal de Ferguson permanecía ayer por la noche desierta, rodeada por cordones policiales y en un silencio que solo rompía el sonido de un helicóptero. Ante el temor a que continúen los disturbios, el gobernador de Misuri, Jay Nixon, ordenó el despliegue de más efectivos de la Guardia Nacional.

Obama reconoce que el caso evidencia los retos pendientes

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a la calma tras conocerse que el policía que mató al joven afroamericano Michael Brown no será imputado, al tiempo que admitió que este caso evidencia los retos aún pendientes en una nación con una historia de discriminación racial. «En las últimas décadas hemos hecho grandes progresos en las relaciones raciales, he sido testigo de ello en mi propia vida, pero sigue habiendo problemas, las comunidades de color no se los inventan», dijo Obama en una declaración no prevista. Admitió que «el malestar es comprensible» pero llamó a aceptar la decisión judicial. Sin presentar alternativas para hacer frente a esos retos pendientes que periódicamente sacuden el país, añadió que «este no es sólo un asunto de Ferguson, este es un asunto de todo Estados Unidos». «A los que estáis en Ferguson, hay maneras de canalizar vuestras preocupaciones constructivamente», subrayó el presidente en un discurso de nueve minutos. GARA