Usted estuvo al frente de Fagor Electrodomésticos y dirige ahora la «nueva Fagor». ¿Qué tiene de atractiva esta empresa para que CNA haya pagado por ella más de 40 millones de euros, cuando hace un año no tenía futuro?

Yo creo que entonces también era atractiva. Lo que ocurre es que antes teníamos un tamaño, éramos un grupo con 6.500 trabajadores en el mundo, que llegó a tener 11.000, donde tomar determinadas decisiones era muy difícil, y ahora somos otra empresa, con otras dimensiones, que empieza de cero, con otra estructura... Yo creo que ahora tenemos la oportunidad de volver a empezar, dejando a un lado unas cosas y retomando otras, para ponernos en marcha con productos rentables.

Usted ha dicho más de una vez que es preciso pasar página y mirar al futuro, de hecho estamos en una planta que afortunadamente ha vuelto a echar a andar, pero permítame preguntarle qué es lo que falló en Fagor Electrodomésticos para que terminase en concurso de acreedores.

La decisión se tomó por un problema de liquidez. Otra cosa es analizar por qué no había liquidez. Básicamente, por un problema de rentabilidad, porque en las últimas etapas no éramos competitivos en el mercado. Pero, por encima de todo ello, para mí la razón más importante es que en cinco años desapareció nada menos que un 60% del mercado en nuestros principales ámbitos de actuación, como el del Estado español. Pasamos de vender diez a vender cuatro, y ante un golpe de esas magnitudes es muy difícil volver a coger el paso. Hace falta mucha financiación y no la pudimos conseguir.

¿Como ve ahora el mercado de electrodomésticos, en el que empresas cercanas como Candy, de Bergara, han anunciado el cierre y el traslado de su producción a China?

Lo que nosotros vamos a hacer aquí son lavadoras de carga frontal, y las que hace Candy son de carga vertical, que tienen muy poco mercado en nuestro entorno. Además, nuestra idea no es fabricar toda la gama de lavadoras que hacíamos antes, sino seleccionar las más rentables, como pueden ser las de ocho o nueve kilos, lo que te puede ofrecer nuevas oportunidades.

Hemos visto que han apostado fuerte por la marca Fagor, que ya han empezado a publicitar incluso en los partidos de pelota. Esta marca, que es utilizada también por otras empresas del grupo Mondragon, ¿entraba dentro del paquete de activos adquiridos por CNA?

No. Al contrario que la marca Edesa, que sí fue adquirida en esa adjudicación, la marca Fagor, como no era exclusiva de la división de Electrodomésticos, fue cedida para que pudiéramos utilizarla. En las campañas de publicidad tienes que dar notoriedad a una marca, y nosotros estamos utilizando esta marca, que es nuestra, para introducir nuestros productos en el mercado. Y creemos que esa notoriedad será beneficiosa para nosotros.

El paso de una compañía cooperativa a una sociedad mercantil, habrá supuesto un `cambio de chip' importante para usted, por las concepciones completamente diferentes que representan.

Bueno, no tanto, porque antes de llegar a Fagor Electrodomésticos ya trabajé en otras empresas que no eran cooperativas, como Candy, donde estuve entre los años 2000 y 2005. Para mí eso no es lo más importante. Yo creo que lo que tenemos que hacer es fabricar un producto bueno, abrir mercados y vender lo más posible. En cuanto a la gestión interna, es cierto que será diferente, porque habrá otro tipo de participación, pero yo creo que seremos capaces de encajar ese `cambio de chip'.