Sare presentó ayer en el Hotel Carlton de Bilbo la movilización que tiene previsto realizar el 10 de enero contra la actual política penitenciaria, que consideran desde esa red ciudadana como «una vulneración planificada, fruto de una decisión política basada en el dolor y la venganza». Ejercieron de portavoces Teresa Toda y Joseba Azkarraga, que estuvieron acompañados por el joven Asier Gómez, el abogado Ibon Altuna, los familiares de prisioneros Larraitz Zuazo y Jone Artola, la expresa Maitane Sagastume, el neurólogo Luis Galdos, la trabajadora de la administración Olatz Agirre, la integrante del movimiento feminista Elixabete Etxeberria y el excura Alberto Gabikagojeaskoa, mostrando así la pluralidad de quienes se han implicado en esta iniciativa.

Quisieron dejar clara la urgencia de acabar con la dispersión y «sus crueles consecuencias» en la vía de la resolución integral del conflicto». Primero lo dijo en euskara Teresa Toda, que al ser condenada en el sumario 18/98 por su trabajo en ``Egin'' ha conocido en primera persona la realidad de las cárceles, después de insistir en que la dispersión «no ha sido legal nunca; nunca -insistió- ha tenido razón de ser como no sea la de intentar hundir y doblegar a las personas».

En el actual tiempo político, en opinión de Sare, en el que se buscan «soluciones justas y duraderas» a todas las graves consecuencias del conflicto, una mayoría social y voces también desde la propia judicatura piden cambios. Esa realidad también la intentan dar a conocer al mundo a través de la movilización de enero, complementada con la edición de los 500.000 libros con los que pretenden aportar detalles de la conculcación de derechos básicos.

Aportación «grande o pequeña

«Es necesario, es posible acabar con la dispersión», repitieron Toda y Azkarraga, que basaron tal pronóstico en su confianza en la fuerza de la sociedad y en la aportación de cada persona, «sea grande o pequeña». Desde la red ciudadana entienden que acabar con la actual política carcelaria «es imprescindible para desterrar el sufrimiento, y para sentar las bases sólidas para poner fin a la confrontación y abrir una ventana a la esperanza y a la resolución».

La movilización, avanzaron, consistirá «en llenar hasta arriba las calles de Bilbo», iniciando esa tarea en el Ayuntamiento y en La Casilla para confluir en Zabalburu. «Hay sólidas razones jurídicas, sociológicas, políticas, pero sobre todo humanas, para poner fin de inmediato a la dispersión», dijeron, por lo que invitaron a expresarlo en público. «A las personas presas y a sus familiares, solidaridad, cariño, amparo; a quienes se han enquistado en mantener la dispersión, indignación y firme exigencia; al mundo, la arraigada voluntad de la gran mayoría de la sociedad vasca de acabar con la dispersión», manifestaron.

Quisieron dejar claro que esta nueva red en defensa de los derechos de las personas presas se está tejiendo en Euskal Herria sobre la base del compromiso personal de quienes la van conformando. «Sare -aclararon- quiere sacudir conciencias, fomentar el trabajo entre diferetes y activar energías, para que tanto presos y presas como sus familiares puedan estar en posesión de todos sus derechos».