Joseba VIVANCO
Los leones han ganado 12 de los 15 partidos en los que San José ha marcado

Mirar atrás ni de reojo

Los rojiblancos, de nuevo con un gran despliegue físico, se hacen acreedores al triunfo y solo sufren al final

GETAFE 1

ATHLETIC 2

Alguien dijo que la hemeroteca es muy mala persona. Mikel San José y Beñat Etxebarria pueden tirar de ella. ¡Cuánto habrán tenido que leer y escuchar uno y otro, navarro y vizcaino!, y muchas veces nada bueno sobre ellos. El primero no es santo de devoción de parte de la afición o prensa, pero cuando sale, cumple, y si hay un jugador por el que uno se pueda alegrar de sus goles, ese es él. Y cuántas veces se habrá dudado del fichaje del segundo, cuando al verle hoy, el martes o en Mestalla, parece que lleve toda la vida ordenando el juego ofensivo rojiblanco.

Partidazo el suyo ayer en esa falsa media punta. En ese partido en que había que bajar al verde y ponerse las pilas fueron dos de los mejores -si no los mejores-, con la puntilla de que suyos fueron los dos tantos que le dieron la victoria al Athletic, esa que permite a los de Valverde mirar para arriba sin temor a la tortícolis, y no por los resultados, sino por la confianza que da su actitud, la de ayer, como si no hubiera habido partido de Champions entre semana, como si hubiera vuelto ese Athletic vigoroso, incansable... Así fue el Athletic del Coliseum, superior al rival durante un buen tramo del partido, sobre todo en la primera mitad, para una vez más volver a saber capear la arremetida del rival con el marcador en ventaja, y si un día tiene que ser la mano de Balenziaga la salvadora, al otro los puños de Iraizoz para sacar un chutazo con sabor a gol allá en el minuto 92.

Estaba claro que los de Getafe no son encuentros para ganar adeptos a esto del balompié. El Athletic iba con la lección estudiada y luego se vio que aprendida. Tenía claro que no le iba a dar ventaja alguna a los azulones, y así lo puso de manifiesto desde el inicio. Y es que no solo sobre el césped, sino también en la grada, en la primera mitad solo hubo un equipo, el rojiblanco.

Presión constante sobre el rival, esa fue la medicina que aplicaron los de Valverde y de la que no supo salir un Getafe que tuvo que dejar la iniciativa a los visitantes, que en esos 45 mintos no concedieron una sola ocasión de peligro, aunque es verdad que tampoco los bilbaínos intimidaron la meta madrileña más allá de algunos disparos fáciles en las botas de Rico, Aduriz o Beñat. Así que, a falta de ocasiones trenzadas, el único gol que campeaba en el marcador a la ida a vestuarios iba a venir a balón parado, ese gen que viene en el ADN rojiblanco desde tiempos inmemoriables. Córner que saca Beñat y San José -como en Lviv-, de nuevo imán, se adelanta al primer palo para peinar al lado contrario. Imposible traducir la sensación que recorrió en ese instante el interior del navarro, que en una semana se ha reivindicado ante su entrenador para decirle, aquí estoy yo para lo que haga falta y si si es para hacer goles, también. El Athletic ha ganado 12 de los 15 partidos de Liga en los que el de Atarrabia ha marcado. Talismán.

Lo más difícil estaba hecho, porque si lo lógico era -y así fue- que el Getafe se fuera arriba tras el descanso, también lo fue que el Athletic siguiera mostrándose igualmente sólido, confiado en sus posibilidades, sabedor de lo que tenía entre manos y no quería perder. El rumano Cosmin Contra fue echando el resto, con Lafita, el proscrito Pedro León... Su mejoría en ataque se notó, pero sin que Iraizoz pasara mayores apuros que en un remate de volea de Babá que el portero se encontró.

No había huecos en la zaga vasca, tampoco aventuras en el área getafense, hasta que ya en las postrimerías del choque, después de que San José avisara de cabeza en el primer palo en otro córner, iba a ser Beñat el que de libre directo, al borde del área, escorado, la enviara al palo del portero directamente a la red. Merecido premio para el de Igorre, que no supuso la tranquilidad. Casi en el descuento, Lafita acortaba distancias de cabeza y en dos minutos el Athletic sufría más que en los noventa precedentes, con esas manos salvadoras de Iraizoz -otro de los siempre cuestionados- y un córner defendido de manera acertada en el último suspiro. Rostros sonrientes en los bilbainos, deber cumplido, el Athletic no mira atrás ni de reojo... y sí adelante, a Alcoy, donde el martes inicia una ilusionante Copa.

San José: «Espero que los goles sigan llegando»

Mikel San José y Beñat Etxebarria fueron dos de los jugadores destacados ayer y dos de los que comparecieron luego ante la prensa. El navarro reconoció que «es muy difícil ganar aquí», y que seguramente por eso la victoria «es reconfortante y nos da confianza». A su juicio la primera parte «fue muy buena» aunque les faltó crear ocasiones, quizá como en Lviv el martes, pero resaltó que «el equipo ha sabido trabajar y también acertar en la estrategia». Reconoció que se sufrió con el 1-2 cuando no pensaban que pasarían agobios en esos minutos finales, pero destacó que «ha habido que sudar, como siempre». En cualquier caso, se mostró «muy contento» por su nuevo gol, «espero que sigan llegando» apuntó, pero sobre todo por la «buena línea» del equipo que «va hacia arriba». Otro tanto apuntó el de Igorre, que cree que «tenemos que empezar a mirar arriba» tras este resultado, mostrándose igualmente satisfecho por su papel a la nivel individual. «Estoy con mucha confianza, estoy contento», respondió. Ahora toca el Alcoyano el martes. «Tenemos un partido muy importante y también tenemos la ilusión de hacer un buen papel en la Copa», aventuró San José. J.V.

«Somos los mismos, cuando perdemos y ganamos»

Ernesto Valverde no dudó tras la victoria que después de sumar 13 puntos de los últimos 15 posibles su equipo debe empezar a «mirar hacia arriba y no hacia abajo» en la clasificación. El técnico se mostró contento tras una victoria trabajada, con apuros al final, y que, según declaró, mereció el Athletic después de firmar una gran primera parte. «Es cierto que el primer tiempo hemos controlado bien el juego. Tuvimos posesión, estábamos llegando, faltaba determinar el gol con dominio y llegó con estrategia. En la segunda, ellos tienen buenos jugadores y apretaron, tuvieron la ocasión de Babá y, según avanzaba el partido, era más para nosotros que para ellos. Nos hemos defendido bien, hemos hecho el 0-2 y al final hemos sufrido», resumió.

«Nos gustaría empezar a mirar hacia arriba en vez de hacia abajo. Era un partido determinante porque las distancias eran parecidas tanto hacia arriba como hacia abajo», valoró el gasteiztarra, que defendió la «identidad» de los suyos, cuando ganan pero también cuando pierden. «Somos el mismo equipo cuando ganamos y cuando perdemos. Parece que solo somos el Athletic para lo bueno y no para lo malo. Por circunstancias adversas no pudimos ganar otros. Me gustaría ganar siempre, sería precioso. Ahora estamos en una buena racha y queremos aumentarla. Somos los mismos, tenemos virtudes para el juego, las hemos demostrado y tenemos que seguir», comentó.

Valverde valoró también la eficacia a balón parado de su equipo. «Tenemos jugadores muy buenos lanzadores y muy buenos para el remate. Cuando dominamos, tratamos de hacerlo para intentar acabar jugadas y para intentar generar situaciones de faltas. Es muy difícil jugar aquí. Hemos jugado muy bien, pero hemos acabado sufriendo», insistió. «Tratamos de ser un equipo sólido. A veces jugamos mejor, a veces jugamos peor. Estamos consiguiendo ser solidarios con la línea defensiva y a partir de ahí, llegar arriba», culminó su exposición. J.V.