Martxelo DÍAZ
Kronika | Día del partido de UPN

Esparza debuta con aplausos tras recibir la alternativa de Barcina

UPN es más necesario que nunca y vamos a ganar este partido frente a los rivales de siempre y los nuevos, para que Navarra siga siendo Navarra», proclamó el ungido candidato a la Presidencia del Gobierno navarro por UPN, José Javier Esparza, que debutó ayer como orador principal en el Día del Partido pidiendo unidad.

El perfil oficial de José Javier Esparza destaca su faceta de gestor (no muy buena habría que añadir, tras su paso por el Ayuntamiento de Agoitz y Cederna-Garalur), pero ayer cumplió con creces en su papel de orador en un mitin preelectoral, que fue en lo que se convirtieron los discursos del Día del Partido.

Recurriendo al símil taurino, podríamos decir que Esparza debutó con picadores en una plaza, la de Tutera, en la que tenía el público de cara. Su victoria en el Consejo Político del sábado por un 61%-39% frente a Alberto Catalán hacía presumir que, al menos, iba a haber división de opiniones. Pero no, los 1.092 afiliados que pagaron 20 euros por el menú estaban con Esparza y mostraron el espíritu de unidad que tanto ahínco reclamaron el candidato y Yolanda Barcina -la todavía presidenta del partido fue recibida con gritos de «guapa»- desde la tribuna de oradores.

Quizás contribuyeron a calmar los ánimos dos ausencias notables. Por un lado, la de Catalán, el rival de Esparza por la nominación, nuevamente derrotado por el sector de Barcina pero que sigue siendo presidente del Parlamento navarro, uno de los cargos públicos más importantes para UPN.

Tampoco acudió a la cita del polideportivo Ciudad de Tudela el expresidente Miguel Sanz, quien sí asistió al Consejo Político del sábado, pero lo abandonó apresuradamente antes incluso de darse a conocer públicamente el resultado que encumbraba a Esparza.

El nuevo primera espada cumplió. Puso al público de pie cuando gritó «¡Viva Navarra! ¡Viva UPN!» y el respetable le recibió coreando «presidente, presidente». No tuvo una actuación como para cortar una oreja, pero superó las expectativas.

En su discurso, optó por la continuidad respecto a los planteamientos de Barcina, lo que no fue una sorpresa. Comenzó retrotayéndose a hace 19 años, cuando tenía 25, y lo propusieron para ser concejal de Agoitz. «Fueron tiempos duros, muy duros, ya que nos quisieron quitar la libertad y se asesinó, extorsionó o mató a personas, pero no pudieron con UPN porque estuvimos juntos, porque teníamos unidad».

Esa misma unidad reclamó Esparza para los momentos actuales, «en los que abundan quienes se esfuerzan en hacer ver que todo está mal en Navarra. Los rivales de siempre y los nuevos que parecen estar de moda y que quieren aprovechar el momento de crisis para apartar a UPN del timón de Navarra, pero sin proponer ninguna solución».

Ante un auditorio entregado, Esparza recurrió a destapar el tarro de las esencias del ideario de UPN. «Queremos una Navarra que siga siendo la de siempre. En la que la bandera siga siendo la roja con las cadenas, no la que nos impongan. En el que el himno sea el de las Cortes de Navarra, que es el que nos emociona, y no otro. Queremos una Navarra dentro de España, que no se cuestionen los fueros y con un convenio económico justo que reconozca el esfuerzo de los navarros», proclamó, ya metido en el papel de mitinero, y recibiendo numerosos aplausos.

Esparza destacó que quiere «una Navarra en la que no haya radicalismos» y reivindicó que «la cultura y el folklore son de todos. Son de todos la jota y el aurresku. Son de todos Santa Ana -patrona de Tutera- y San Miguel de Aralar. Queremos una Navarra en el que se defiende el euskara como lengua, pero no como instrumento político».

El candidato de UPN defendió que «haya acuerdo de verdad, en los que los políticos aporten soluciones y no generen más problemas» y reclamó que «los corruptos devuelvan el dinero y vayan directamente a la cárcel».

Barcina ocupó un segundo plano en la jornada de ayer, pero también recibió su ración de ovaciones al anunciar que el de ayer era su último discurso como presidenta de UPN tras 18 años de actividad política.

Como su sucesor, reclamó unidad en el partido para hacer frente a los retos que tiene UPN y subrayó que esta formación «ha sido dique de contención frente a los terroristas o quienes les respaldan», criticó el «afán de expansión que tienen los independentistas» y subrayó que UPN no permitirá carteles en las carreteras que incluyan a Nafarroa en Euskal Herria -en referencia a los colocados por la Diputación de Gipuzkoa en la A-15-. Avanzó que su partido seguirá siendo «dique de contención contra los populistas que se aprovechan del descontento legítimo de la ciudadanía».