Joseba VIVANCO
Un solo punto en los últimos tres partidos lastra a los leones

Europa se complica más de lo esperado

Los rojiblancos cierran el año a once puntos de los puestos que dan acceso a la Europa League, sin terminar de generar buenas sensaciones de recuperación.

«Fútbol es fútbol.... y gol es gol», es la frase completa de Bujadin Boskov, el `refranero de la pelota'. Minimalismo que resume la abultada derrota del domingo ante el Atlético. Así es el fútbol, y como añadiría el desde hace solo unos días ya exfutbolista Thierry Henry, «a veces en el fútbol hay que meter goles». Los colchoneros siguieron esa máxima a pie juntillas, todo lo contrario de unos leones que sacaron petróleo a balón parado pero ahí secaron todo su yacimiento. El desacierto al despejar el balón en el primer gol, el inexistente penalti en el segundo, el resbalón de Gurpegi en el tercero y el fuera de juego en el cuarto justifican un partido, una goleada, pero no una trayectoria. Y esa, que como la prueba del algodón no engaña, revela que este Athletic está lejos de estar donde quería, y las dudas siguen planeando en un momento del curso en el que la ilusión sigue siendo máxima si se mira lo que está en juego, pero las sensaciones no tanto.

La realidad es terca. Los de Ernesto Valverde llevan partidos dando pasos adelante para salir de la crisis inicial en que se sumieron, tantos como los que dan para atrás. Hace tres semanas el equipo se situó a solo tres puntos de ese objetivo de la Europa League. Hoy, tras cosechar dos derrotas y un empate, está a nada menos que once...

Desde luego el reto de volver a estar en Europa la próxima temporada se complica a cada paso. Sobre todo porque las impresiones que transmite el equipo no terminan de convencer, son las mismas que han lastrado el balance final del año, al menos en lo estadístico: 51 partidos oficiales del Athletic en 2014; 20 victorias, 14 empates y 17 derrotas. Lo dicho, estos meses han laminado los números de la exitosa campaña anterior.

«Está claro que este año nos está costando mucho más ganar los partidos. Llevamos tres sin ganar y eso nos hace estar en mitad de la tabla, lejos de donde nos gustaría, que es estar peleando por Europa», reconocía ayer tras el encuentro un apesadumbrado Carlos Gurpegi. «Nos tenemos que centrar en todos los partidos, no podemos no mirar la Liga porque es la competición que nos da de comer», avisó. Un mensaje más optimista y salido de la rabia lo dio su compañero Aritz Aduriz, para quien «todavía hay partidos y toca levantarse. En diciembre nadie tiene que tirar la toalla en nada». Cierto. Tanto como que habrá que hacer mucho más de lo firmado hasta ahora. Sobre todo, en la faceta goleadora.

El dato es demoledor. El Athletic de este curso es el menos goleador de los últimos doce años a estas alturas de temporada. Mikel Rico -que jugó su 50º partido en Liga con los leones- , por ejemplo, que marcó ante el Atlético, no había anotado desde febrero, cuando le hizo un doblete al Betis. Cinco del `pichichi' Aduriz, dos de Iturraspe y el resto, hasta siete jugadores, uno por barba. Pobre bagaje.

A más de uno las palabras de Ernesto Valverde el domingo sobre los porqués del 1-4 le parecieron excusas, pero el técnico no cabe duda de que fue realista cuando asumió que «nos estamos quedando muy atrás en la clasificación en función de lo que esperamos». La doble visita a tierras gallegas a la vuelta del Año Nuevo, en Liga y Copa, puede tomar la temperatura de los leones cara a esas intactas opciones en todas las competiciones. Sin refuerzos a la vista que llevarse a la boca, el técnico tendrá que tirar de lo que hay y, parafraseando a Boskov, mejor perder un partido por cuatro que cuatro por uno. A espabilar.

«Las amarillas a Aritz no son normal»

Indignación en las filas rojiblancas por el trato arbitral a Aduriz y no solo el domingo. «Es difícil, se pueden equivocar y esto forma parte del mundo del fútbol -dijo Mikel Rico sobre el colegiado- pero lo que es preocupante es lo de Aduriz. No puede ser que un futbolista limpio y noble como él acabe con tarjeta amarilla todos los partidos, los rivales sin ninguna, que acabe con diez faltas en contra y una o dos a favor... No es normal ni lógico, parece que se hincha a dar hostias y no es así...». También el capitán Gurpegi, como si hubiera una consigna dentro del vestuario para defender públicamente a su compañero, se refirió a ello. «La vara de medir es muy diferente. Con Aritz tenemos que hacer algo, porque no le dejan saltar, hacer su fútbol. Cada vez que salta parece que lo hace para hacer daño y ni mucho menos». ¿Y qué dijo el perjudicado? «Ellos intentan hacerlo lo mejor posible y pitar lo que ven. Mi intención en los saltos es siempre ir a por el balón, los brazos se utilizan para impulsarse y es imposible cerrarlos en esos saltos». De momento, se pierde por amarillas la cita ante el Depor. J.V.

Mikel Rico se gana renovar dos años más, hasta 2018

Llegó a Bilbo sin ser el fichaje más mediático del profuso verano de fichajes en Ibaigane y a la postre se ha convertido en el más rentable. El domingo lució por 50ª vez la camiseta de los leones en Primera y tras ser uno de los mejores del partido a pesar de la derrota, ayer estampó la prórroga de su contrato dos años más, hasta junio de 2018, con una cláusula de rescisión de 35 millones de euros. Una noticia recibida gratamente en el entorno rojiblanco. El de Arrigorriaga cumplió en noviembre 30 años y es el tercer jugador con más minutos en Liga, por detrás de Iturraspe e Iraizoz. J.V.