Joseba ITURRIA
Ganador en etapas de las tres grandes, destaca la conseguida en el Tour en el Mont Ventoux

Garate deja la bicicleta satisfecho

El irundarra compareció ante la prensa para anunciar su despedida tras quince años como profesional, el último sin la opción de correr por el castigo del Belkin por reclamar sus derechos laborales. «Son muchos los momentos maravillosos que me ha dado este deporte».

Juanma Garate anunció ayer su retirada tras quince años como profesional, el último el más duro porque el Belkin le ha impedido despedirse en la carretera al castigarle sin poder correr ninguna carrera por demandarle para reclamar los derechos laborales que niegan a los ciclistas los equipos extranjeros.

«Hasta los mejores cuentos tienen un final», tituló el último capítulo de su ejemplar trayectoria como ciclista profesional que comenzó en Lampre en 2000, a punto de cumplir los 24 años, gracias a una gestión de José Mari Eceiza para buscarle el equipo que no encontraba en el pelotón estatal. Corrió hasta 2004 en Lampre, con el que estrenó su palmarés profesional en una etapa de la Vuelta de 2001 y acabó cuarto el Giro de 2002, año en el que ganó etapas en Trentino y Vuelta a Suiza.

En 2005 pasó al Saunier Duval, con el que fue quinto en el Giro y ganó el campeonato estatal. Desde 2006 hasta 2008 corrió en Quick Step, con el que ganó la etapa de San Pellegrino, la montaña y acabó séptimo en la general del Giro 2006 y en 2009 pasó a Rabobank, con el que ganó ese año la etapa del Mont Ventoux en el Tour y en cuya estructura, con distintos nombres, se ha mantenido hasta esta temporada. Este año, con 38, le han impedido retirarse sobre la bicicleta y ha sufrido un trato cruel en el que ha necesitado ayuda de una psicóloga para superarlo tras un grave accidente mientras se entrenaba y la decisión de Belkin de suspenderlo de empleo y sueldo pese a encontrarse de baja médica.

«No me arrepiento»

A pesar de todo lo que ha sufrido este último año a la espera de una llamada para poder ponerse un dorsal que nunca ha llegado, Garate no se arrepiente de la decisión de reclamar sus derechos laborales que ha llevado a Belkin a hacerle la vida imposible desde entonces.

Señalaba que «ha merecido la la pena porque ha sido un año en el que he defendido mis intereses y estoy siendo el estandarte de mucha gente que ha estado años en el extranjero y no me arrepiento». Aunque asumía el coste que ha tenido: «Es la mayor pena que cualquier deportista puede tener, no despedirse cuando uno quiere. Pensaba que me iba a despedir encima de la bicicleta y no ha podido ser, pero no puedo vivir de esos recuerdos y me quedo con la decisión que he tomado».

Reconocía que «este año ha sido duro y está siendo duro porque el litigio con el equipo sigue, pero la trayectoria ha sido mucho más de lo que esperaba cuando empecé. No merecía este final, lo he pasado mal y lo estoy pasando mal, porque pertenecer a un equipo y no poder ponerte su camiseta en una sola carrera es muy duro».

Pero ponía por encima del sufrimiento de este año todo lo que le ha dado el ciclismo, sus victorias de etapa en las tres grandes, y destacaba la del Tour en el Ventoux: «El sueño de cualquier ciclista es correr un Tour e ir y ganar una etapa como esa marca una carrera. Tampoco me quiero olvidar de la del Giro, que es la carrera que me ha coronado como ciclista y la que más éxitos me ha dado. Había conseguido todos los puestos del segundo al décimo y la victoria de etapa en San Pellegrino fue un punto muy importante en mi carrera».

Destacaba que «para nada me esperaba ser profesional tantos años. Cuando gané en la Vuelta estaba más que satisfecho con lo que había hecho en el segundo año profesional. Cuando gané en el Giro me planteé el objetivo de cerrar el círculo en el Tour y estoy orgulloso de ello».

Por eso se va satisfecho del ciclismo y le gustaría seguir ligado a este deporte, para lo que ha sacado el título de director deportivo: «Si no lo hago, desperdiciaré todo lo que he aprendido en el ciclismo».