Jon Odriozola
Kazetaria
JO PUNTUA

No creo ni hostia

Salvo el latino cui prodest no me creo nada de todo lo relativo a la real masacre habida en la sede de «Charlie Hebdo». Ni siquiera que Amedy Coulbaly fuera quien matara a cuatro rehenes. Renuncio a bucear en las intrincadas tramas urdidas por los muñidores de estos trampantojos, aunque husmeo como sabueso a sabiendas de que nunca se sabrá quién estaba detrás -aunque se intuye- de la matanza.

De la que ni siquiera el semanario es inmarcesible dada su interesada deriva islamófoba lo que no justifica, por descontado, el crimen perpetrado por «frankensteins» creados, financiados y entrenados por la CIA, el Mossad, la OTAN como aprendices de brujo cuyas criaturas, como la computadora HAL, se les rebela sin que acertemos a saber hasta qué punto. De lo que sí estamos ciertos es de que la movilización de París, encabezada por los principales criminales de guerra, no va a reforzar precisamente las libertades civiles -y menos la de expresión, véase a Assange y a Snowden, ya que tanto les gusta hablar de la libertad de expresión-, sino todo lo contrario, como ya se está viendo.

Caído el Muro, hacía falta la «construcción» de otro enemigo: el Islam. Empezó Bush Jr. a raíz del 11-S que contó en esa «cruzada» con la bendición del entonces cardenal Ratzinger quien avant la lèttre en 2000 afirmó que la Iglesia católica es «la Iglesia verdadera» y que las «Iglesias particulares» (ortodoxa) y las protestantes y anglicanas «no son Iglesia en sentido propio». O sea, haciendo amigos...

Este ex-papa, siendo ya Papa, pronunció un discurso en 2006 en la Universidad de Ratisbona, de la que fue catedrático, donde a partir de una cita del emperador bizantino Miguel II Paleólogo, que ofrece una idea beligerante de la religión musulmana amén de un profeta Mahoma encolerizado, como si fuera un Yahvé veterotestamentario. Era la época de las célebres caricaturas de un Mahoma «terrorista», «fanático» que publicara el ultraderechista periódico danés Jyllands-Posten y que reprodujo ChH, preferimos no saber por qué razones.

Una cita que hace buena y cohonesta el famoso «choque de civilizaciones» sacado de la manga por el fascista S. Huntington para quien el islam es «la civilización menos tolerante de las religiones monoteístas». Y San Francisco de Asís partidario del diálogo islamo-cristiano y contrario a las «cruzadas» de un, por ejemplo, ahora sí, fanático San Bernardo. ¿Qué petarían?

Seguimos en la Prehistoria.